A pesar de que en redes sus seguidores y reproducciones se cuentan por millones, Xurxo Carreño reconoce que es tímido y que la actuación del próximo sábado (teatro Colón a las 19.00 horas) en el marco del EMHU es algo nuevo para él.
La gente está acostumbrado a verlo en la pantalla, pero ¿que verán en “Sin datos no hay paraíso”?
Estoy acostumbrado al formato vídeo, yo solo, y va a ser muy diferente subirse a un escenario. La idea es hacer una especie de “late night”, con un presentador (El Cejas) y vamos a ir entrando el resto, como invitados, a hacer nuestra parte del show, yo haré mi entrevista como mi personaje de Luis (uno de sus alter ego en redes), haremos un bocadillo como los de Ginés, habrá sketches... un “late night”.
¿Cómo afronta el cambio de su público digital al físico del Colón?
Es un trabajo mental bastante complicado, porque, aunque no lo parezca en redes sociales, soy una persona bastante tímida. Desde el día que me dijeron lo de subirme a un escenario... cagado no, lo siguiente (ríe), con una ansiedad, con una tensión por el como saldrá, si me olvido del guión, como se lo va a tomar el público... pero bueno, creo que la gente sabe como soy y, si la pifio, creo que se van a reír (ríe). Pero bueno, cada día que pasa, lo llevo mejor, todo va rodado.
¿Cómo decide uno dedicarse a crear contenido en redes?
Es algo que nunca busqué. Siempre digo, cuando puedo, que si te quieres dedicar a las redes con el único fin de ser conocido o ganar dinero, no lo hagas. Hazlo porque te gusta, porque te lo pasas bien y si el día de mañana puedes vivir de ello, perfecto. Yo empecé, en 2016, viendo un vídeo de un americano haciendo un doblaje, de no sé que leches era, y dije “pues lo puedo hacer yo, me río” y la gente que me seguía, mis amigos, me decían que molaba, fue de boca en boca y explotó, me costó asimilarlo... (en poco más de un año llegó al millón de seguidores).
A pesar del crecimiento, ¿en algún momento afloraron dudas?.
Los inicios son complicados. Cuando empecé, poca gente vivía de las redes. Me pilló en un momento que no me gustaba lo que estudiaba y lo que me gustaba, hacer humor en redes, no me daba beneficio. Le estaba dedicando más tiempo que a los estudios, pero, al no ganar dinero, era como tiempo perdido. Había gente que decía que eso era una mierda, que lo dejara, pero mi idea era “yo me lo paso bien, que le den a la gente que me dice que no se lo pasa bien” (ríe). Mi intención no era vivir de eso, me ayudaba a desconectar porque en la carrera lo estaba pasando mal. Gracias a no hacerle caso a la gente, tengo la suerte de decir que vivo de lo que me hace feliz, del humor.
¿Lo del sábado servirá para verlo más veces en el escenario?
Siempre digo que las redes son algo caduco, no me veo en diez años haciendo videos. Tengo Instagram o Youtube como medio a otras cosas, ya sea el teatro, la tele... Estoy cómodo en las redes, pero ahora lo del EMHU me servirá para saber si estoy preparado para esto o no, creo que me gustaría seguir haciendo cosas así, pero siempre ligado al humor.