Han tenido que pasar casi dos años y bastantes vicisitudes pero la parroquia abegondesa de Orto ha podido iniciar los trabajos de reconstrucción del campanario de la iglesia que un rayo, literalmente, partió en pleno verano de 2022, en concreto el día 14 del mes de julio. Un imponente andamio recubre la fachada del templo dedicado a San Martín mientras, colocados en hilera en el atrio, se encuentran a la espera de ser devueltos a la espadaña los restos graníticos que el relámpago abatió.
Quedan ahora por delante varias semanas de trabajo que supondrán un coste de casi 150.000 euros. Y es que para llevar a cabo la reconstrucción del campanario se ha tenido que echar mano de canteros. Un oficio que, obvio es señalarlo, se encuentra en franco declive y a los profesionales es tarea ardua hallarlos, contratarlos y costearlos.
El incidente que está provocando que los feligreses de Orto se vean obligados a participar en los oficios religiosos de parroquias vecinas (por ejemplo, Crendes) o de capillas como la de Santa Margarita desde hace más de medio año, se produjo cerca de la medianoche durante una fortísima tormenta veraniega.
Aseguraban los vecinos que oyeron como si hubiese estallado una bomba pero que no fue hasta el día siguiente cuando pudieron comprobaron los daños que causó la ‘detonación’. Algunas piezas de la estructura saltaron por los aires y aparecieron dispersas por varias fincas mientras que el peligro de derrumbe derivó en una prohibición total de acceso a todo el recinto religioso.