El área coruñesa calienta para las celebraciones de verano con música, artesanía, ‘mucha miga’ y nervios alrededor del encuentro del Depor. En Abegondo, en Culleredo, en Arteixo o en Oleiros, el anunciado descenso de las temperaturas no minora los ánimos de los cientos de ciudadanos que, de una manera o de otra, aprovechan la oferta de ocio que tanto municipios como asociaciones vecinales o culturales disponen para las vísperas de San Isidro y del Día das Letras Galegas. 

En Carral, donde se celebra una de las citas más concurridas,  se cuece algo más que masa y, al alimento por el que la villa es conocida en medio mundo, se suman el ocio y la cultura que, aún sin cereal, harina ni sal, también saborean con agrado los asistentes a la XX Festa do Pan. 
 

El evento, que se alargará hasta esta noche, se complementa con actividades específicas para todas las edades, pero sobre todo para los niños, a los que animan a ponerse el delantal y el gorro de panaderos para aprender uno de los oficios más arraigados, especialmente vinculado a Carral.
 

El VIII Encontro de Palilleiras e Multilabores de Abegondo también atrae cientos de artesanos y aficionados hasta la capital municipal, en San Marcos. Con éxito de visitantes y agrupaciones de casi toda la comunidad:, A Coruña, Valdoviño, Valga, Cedeira, Cambados, O Grove, Coirós, Boiro, Sanxenxo, o Arteixo.
 

La música la puso Xacarandaina con su espectáculo Danza 3, con la colaboración de la Xunta.
 

El alcalde, José Antonio Santiso, acompañado por la presidenta de la asociación de vecinos, Mercedes Fariña, que colabora en la organización, acudió al encuentro a mediodía, y allí destacó “a valía das palilleiras” manteniendo vivo un oficio con un resultado de “calidade”, y aplaudió la constancia de los alumnos que durante todo el año asisten a la Escola de Bolillos de Abegondo. 

El ambiente más rockero envolvió Sada de la mamo del Touliña, consolidado como una de las alternativas del calendario ‘festivalero’ del área de A Coruña.

Tanto la sesión vermú como las actuaciones vespertinas, pero, sobre todo, los conciertos nocturnos, atrajeron cientos de melómanos hasta el centro urbano, convirtiendo en un ‘hervidero’ cada uno de los emplazamientos  escogidos esta edición: el puerto, la Suárez Picallo y As Delicias.