La ciudad que custodia la bandera del Gobierno de la II República en el exilio, la misma en la que el extitular del Ministerio de Justicia, Franscisco Caamaño, se refirió a la Ley de Memoria Histórica como “un motivo de orgullo” para toda España, conmemoró el 14 de Abril con un  sentido homenaje a las víctimas del franquismo en Betanzos.

Con un ramo de rosas rojas, la Asociación Cultural Eira Vella recordó a los betanceiros asesinados entre 1936 y 1939. “En lembranza da súa memoria e nun exercicio de democracia”, indicó el historiador Xesús Torres.

Los treinta y seis represaliados figuran, con nombre y apellidos, en la placa instalada en 2007 en la entrada el Museo das Mariñas. Una réplica, corregida y ampliada, de la colocada en el Centro Betanzos de Buenos Aires por quienes, para salvar la vida, debieron cruzar el Atlántico.

Reivindicación

Desde Eira Vella volvieron a reclamar al Ayuntamiento de Betanzos “o cumprimento da Lei de Memoria Histórica” con la retirada de todos los honores y distinciones que todavía conservan Pérez Salas, Girón de Velasco o el propio Francisco Franco.

La lectura de sendos poemas, de Lorenzo Varela y Méndez Ferrín, y del betanceiro José Dopico, cierran un acto en el que, ochenta y dos años después, prevalece el desgarro de quienes sobrevivieron a la guerra fratricida o padecieron sus consecuencias, hijos y nietos de las víctimas a los que el 14 de abril no es sólo la fecha en que se conmemora la proclamación de la II República.

En el acto participan afiliados y simpatizantes del PSdeG-PSOE y BNG, e incluso los dos concejales nacionalistas, Henrique del Río y María Otero, y el portavoz de Cidadáns por Betanzos, Pedro Gómez Patiño.

La cita genera un debate ciudadano sobre la oportunidad de realizar cambios en España y la demora de la administración local en la aplicación de la Ley de Memoria Histórica. En cualquier caso, a la espera de acuerdo,  lo que sí tiene Betanzos, al margen de disposiciones legales y de motivaciones políticas o ideológicas, es el Museo das Mariñas y en él depositada la bandera que presidió los consejos del Gobierno de la República en el exilio, donada por la viuda de Javier Alvajar López, presidente de la delegación del Consejo de Galicia. Allí, la próxima cita con la tricolor, el 14 de abril de 2014.