Los gobiernos locales de Cambre y Culleredo destinan más de tres millones de euros a mejorar las infraestructuras públicas de ambos municipios limítrofes.
La sustitución de más de 2.000 puntos de luz del alumbrado por otros con tecnología LED en diversos núcleos cambreses y la renovación de la plaza de Galicia, en la parroquia de O Burgo, son los proyectos estrella de sendos programas con los que se pretende, por una parte, ahorro económico y, por la otra, incrementar el bienestar de los vecinos.
El primero en llevar a cabo las mejoras ha sido el equipo de gobierno, que preside Óscar Patiño, que inició ya los trabajos de sustitución del alumbrado público
El plan, que comenzó a ejecutarse en Arrigada y el centro de Cambre, contará con una inversión de 1,8 millones y supondrá la renovación del alumbrado también en O Temple, A Barcala y el polígono de Espíritu Santo.
El Ayuntamiento recibe una subvención del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE) para la financiación de este plan. Así, el organismo estatal sufraga el 80% de la obra, mientras la cuantía restante procede de las arcas municipales.
Según fuentes del Gobierno local, con esta inversión se busca conseguir un objetivo doble: renovar el alumbrado exterior y favorecer, no solo la mayor eficiencia energética, sino también la reducción en las emisiones de dióxido de carbono.
También insisten que la tecnología LED garantiza una luminosidad más sostenible que repercutirá, asimismo, en la economía municipal.
Por su parte, el equipo de gobierno, que preside José Ramón Rioboo, prepara para principios de septiembre la licitación del proyecto de renovación de la plaza de Galicia, en O Burgo, tras conceder la Dirección Xeral de Patrimonio todos los permisos.
“Cabe destacar que es una de las obras de mayor calado para 2022. Contará con un presupuesto de 1,4 millones y gozará de una imagen moderna y con el peatón como protagonista”, indican fuentes municipales.
La administración local y el ente autonómico llegaron a un documento definitivo tras las modificaciones requeridas, al tratarse de un itinerario del Camino Inglés, y que implican cambios a nivel estructural, material y, por supuesto, natural.
El Gobierno local cullerdense invertirá 80.000 euros en la ampliación del centro social del núcleo de Boedo
La iniciativa contempla la modificación del pavimento de los aparcamientos, pasando de hormigón impreso a hormigón desactivado; se modificarán las especies vegetales que se van a plantar, de manera que se sigan las directrices que marca la nueva “Guía de buenas prácticas para actuaciones en el Camino de Santiago”; se modificará el mobiliario de forma unificada con el proyecto de la reurbanización del entorno de la iglesia de Santiago de O Burgo y se cambiará el color del caucho de los juegos infantiles, entre otras mejoras.
Bastante más modesta será la inversión que se lleve a cabo en la ampliación del centro social del núcleo de Boedo ya que rondará los 80.000 euros.
“El objetivo es incrementar las prestaciones para las actividades, de 80 metros cuadrados. Se completará la superficie con un almacén y un acceso habilitado para personas con movilidad reducida”, indican desde el Ayuntamiento cullerdense.
El nuevo espacio y el existente se comunicarán internamente. De esta forma, el nuevo centro social se configurará con diversos espacios de diferente tamaño, preparado así para acoger iniciativas culturales o deportivas a la vez que puede funcionar como punto de encuentro para los residentes.