En A Coruña, el desarrollo urbano de la fachada marítima ha sido un auténtico quebradero de cabeza para los vecinos, pero también para los diferentes gobiernos. En plural, porque han sido varios, tanto en el Estado, como en la Xunta y en María Pita. Hasta ahora, las diferentes posturas, la posibilidad de quita de la deuda y el propio desarrollo han sido un escollo insalvable y que ha propiciado no pocos enfrentamientos a tres o más bandas. Pero, con una sola imagen, Rueda y Rey parecen haber acercado unas posturas que parecía que no terminaban de ligar. En próximas semanas volveremos a ver una ‘cumbre’ como la de hace un par de años. Cruzamos los dedos para que esta vez llegue a buen puerto.