Ya son cuatro las comunidades que le han pedido a Sanidad que vaya pensando en eliminar las mascarillas en las aulas y si el ministerio hace caso a expertos varios, como pediatras y epidemiólogos es probable que en cuestión de semanas volvamos a ver a los escolares a cara descubierta. Porque son los menos vulnerables a un coronavirus grave y, en consecuencia, el grupo más adecuado para empezar con la relajación de la medida. Queda feo pensar en los niños como conejillos de indias, sí, pero ya nos ocuparemos de ese resquemor que les estamos provocando cuando sean adultos.