Una de cada cuatro viviendas de la ciudad tiene un alquiler que supera los mil euros. Y con este panorama, las cuentas no dan. Por aquello de comer a diario, desplazarse, comprarse una chaqueta... vivir... A ver si algún influencer pone de moda lo de compartir piso superados los treinta años y así nos hacemos la ilusión de que esto no es un tremendo fallo del sistema.