La semana empezó mal en Bergondo. El estanco de Guísamo sufrió su segundo asalto en menos de cinco meses y, aunque sonó la alarma y los vecinos salieron inmediatamente y avisaron a los cuerpos de seguridad, los autores consiguieron escapar con más de mil euros, “entre los que había en la caja y las devoluciones de prensa, que encontraron en la trastienda”, explica Jesús Méndez, el propietario del negocio, que se abrió hace algo más de un año en el espacio de la antigua sucursal del Banco Santander.

El asalto, en el que intervinieron al menos tres individuos, se registró alrededor de las 04.00 horas en el centro urbano del núcleo, el más importante del municipio, atravesado por la N-VI.

El dueño acudió de inmediato al ser alertado por la alarma y allí se encontró a los residentes en el edificio y en los cercanos, que salieron al escuchar el ruido y avisaron a la Guardia Civil.

Esta es la segunda vez que roban en este estanco desde su apertura hace algo más de un año, en diciembre de 2022. El botín, a la espera de una valoración más detallada, superaría los 1.000 euros, a lo que se suma los importantes daños materiales causados, pues los delincuentes destrozaron las dos puertas de entrada y la caja registradora, “que acababa de cambiar” tras lo ocurrido en agosto de 2023. 

Entonces, también eran tres y se llevaron unos 4.000 euros en tabaco y algo de dinero en efectivo, y siguieron un modus operandi similar al romper las dos puertas blindadas sobre las 05.15. 
 

Tal y como recogen las cámaras, emplearon unos 15 minutos para entrar y cometer el robo, y los aparatos del sistema de videovigilancia “lo grabaron todo”, desde que llegaron en un coche rojo, que aparcaron delante del establecimiento, hasta que abandonaron Guísamo. 

Una de las puertas la forzaron y la segunda, aunque en principio trataron de hacer palanca, no lo consiguieron y la destrozaron, lo que pudieron hacer sin ser vistos  por la hora que era, pues de día el tráfico es intenso en la N-VI. 
 

Uno de los individuos quedó en el exterior “vigilando”, mientras que los otros cometían el robo, que investiga la Guardia Civil. Los tres iban encapuchados y cubiertos con gorros para evitar ser identificados. “Cada vez que pasaba un coche, el que quedó fuera hacía una señal”, indica Jesús.

Hasta Guísamo se desplazaron agentes de la Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación, para recabar toda la información necesaria y aclarar este nuevo robo en Bergondo.