Las movilizaciones son una constante en el CEIP Vales Villamarín. La comunidad educativa acumula más de un decenio de reivindicaciones y, aunque se consiguieron avances, el centro cumplió 50 años de actividad con la mitad se sus instalaciones sin arreglar, con déficit de espacios y de maestros, como denunciaron este sábado los afectados, convocados por el ANPA Brigantium. 

En los últimos días se inició una nueva campaña para alertar de la situación del comedor. No sorprende el motivo,  pues las críticas al servicio son relativamente usuales, pero sí quienes la impulsan: niños de 6º de Educación Primaria.  
 

En un escrito de su puño y letra, los escolares expresan su malestar porque a los usuarios “no les agrada la comida” y a los del segundo turno se la sirven “fría (a veces)”, en ocasiones “no se puede masticar” y en otras si siquiera es suficiente”, detalla la misiva de los alumnos de 6º del CEIP Vales Villamarín.

Así, los que suscriben la carta solicitan “que se pueda repetir” y “comer todos juntos”, sin turnos, “más carne en el guiso” y, puestos a pedir, “el puré de guisantes, por favor, quitadlo” y la tortilla, “que no sea de tantas variedades”, continúa el escrito, al que acompañan más de una treintena de firmas y su agradecimiento adelantado, a la espera de conocer cuál será la respuesta del Vales Villamarín.
 

En el curso 2023-24, el Ayuntamiento de Betanzos encargó una auditoría del servicio y, de acuerdo con la información que trascendió, los resultados obtenidos rozaron la excelencia, con casi 99 puntos sobre 100. Sin embargo, el informe no convenció a los usuarios, que desde entonces reiteraron sus críticas en varias ocasiones, tanto por la calidad como por la cantidad de comida que se les sirve a los alumnos de Infantil y Primaria.
 

En cuanto a los dos turnos, se establecieron porque el actual espacio del comedor es insuficiente para atender a todos los niños al mismo tiempo, siendo la ampliación de este área otra de las demandas de la comunidad educativa a la Xunta.
 

Además, a esta necesaria actuación se suman el cambio de las ventanas, los aislamientos o la renovación de las aulas, que quedaron pendientes de una intervención inicial realizada en 2017, según detallaron desde el Ayuntamiento de Betanzos.