Organizadas en el marco del 25 Aniversario do Lar de Unta, la sede de la asociación abrió este sábado las Conversas no Lar. Con Francisco Pita Buyo como invitado, a solo cinco días de la elevación del Globo de San Roque, el encargado de ‘alimentar’ el aerostato compartió con los asistentes algunas anécdotas vinculadas a una tradición centenaria convertida en emblema de Betanzos. 

Bisnieto de Claudino Pita Pandelo, durante casi medio siglo se ocupó del inflado: “Solo fallei dúas veces desde 1975 en que me metín dentro por primera vez”, explicó Paco Pita. 

El próximo viernes no ‘entrará’  él, pero “estarei alí” dando el relevo –la escoba, como le entregaron a él su padre y José ‘O Partidor’ hace decenios– a su primo, que asume en solitario esta tarea de responsabilidad: 

“En casi cincuenta anos nunca tiven un accidente, pero non quero moita xente arredor”, añadió el ‘conversador’ en su encuentro con Antón Tenreiro, de Lar de Unta.
 

Defendió el “patriarcado” que siempre han sido los Pita y, en este sentido, ensalzó las tareas asumidas en su día por su abuelo y sus hermanos: Paco, Pepe, Alfredo ‘El Chato’ y Jaime. Cada uno tenía una función y así lo recuerda él que, en cualquier caso, reivindica la labor de otros dos hombres en la construcción del Globo de San Roque: el citado José ‘O Partidor’ y Toñito Varela. “Eles sí merecían un monumento”, apuntó, convencido de que “o Globo é noso por familia, pero é de todos para o patrón da cidade, e non hai que ter moita cabeza para saber que o Globo é de Betanzos”. Este año lo verá por primera vez en casi 50 años “por fuera. Por dentro lo conoce bien y “por dentro é a cousa máis bonita que hai”.
 

Es contrario a la Fundación Globo de San Roque tal y como está concebida actualmente, pero evitó entrar en detalles o en conflictos: “Podería contar moitas cousas, pero as cousas de familia, quedan na familia”.