Un altar improvisado delante de la ‘Casa Núñez’, las enseñas de la casa consistorial a media asta y el mercurio por encima de los 30º. El taller, con actividad, entre estampas y tórculos, como era deseo de su creador, que así lo hizo saber a sus allegados, convencido de la importancia de seguir creando desde el número 2 de la Rúa do Castro. Betanzos despide a su artista más internacional, al niño que nunca olvidó sus raíces y que, tras estudiar en Madrid y en Berlín, volvió colmado de arte, cultura y esplendidez; al hombre de charla sosegada que, cumplidos los 60, después de conocer y aprender en medio mundo volvió a casa para convertirla en un espacio cultural único en España. 

Hijo Predilecto de Betanzos desde 2015,  impulsor de los Cursos de Gráfica y de la Fundación CIEC (Centro Internacional de Estampa Contemporánea); artífice de Balconadas 88, el origen de un singular certamen que convierte el centro histórico en un museo abierto; autor de miles de obras  y coleccionista de otras tantas, hace casi tres decenios, con todo el peso de su apellido sobre la espalda, regresó a la vivienda familiar –la 'Casa Núñez', construida en 1923 como establecimiento comercial– para radicar en ella el CIEC, un espacio pionero del que hizo su estudio y su hogar, y donde murió, a los 95 años de edad, el viernes, día 6. 

En sus talleres, entre los antiguos mostradores de un inmueble de estilo modernista que conmemora su centenario, vivió por y para Betanzos. 

Ahora, tras su adiós, es Betanzos quien debe actuar en respuesta a su entrega y cumplir el sueño de Jesús Nuñez. Un deseo que no pudo ver en vida, pero del que dejó constancia escrita: el CIEC es para su ciudad y ha de ser esta quien se haga cargo de seguir insuflándole la energía y  la actividad que lo mantienen vivo; de custodiar sus creaciones y una colección de más de 3.000 obras, incluidas algunas de Picasso, Miró, Clavé, Sampere o Canogar.

Toda la corporación municipal despidió al creador a través de distintos canales de comunicación, conocedores de la importancia de su acción en aras de la cultura y la dinamización de Betanzos. También desde la Diputación de A Coruña, que cada año convoca el Premio de Arte Gráfico Jesús Núñez, evocaron su actividad vital y creativa, y la Real Academia Galega de Belas Artes rindió un emotivo tributo a uno de sus académicos de honor, a través de varios de sus números y de su máximo dirigente, Manuel Quintana Martelo.

Madrid y Berlín

Jesús Núñez también era toda institución en Madrid, Berlín y Salamanca. Esta última, a la que llegó en 1949 para estudiar en la Facultad de Derecho, supuso su primer contacto directo con el mundo artístico y precipitó su traslado a Madrid y su matrícula en la Real Academia de San Fernando. Allí, en la sede del Palacio de Goyeneche, comenzó una carrera multidisciplinar donde cabe la pintura, la escultura, el grabado, los tapices, el diseño textil y de joyas, la obra pública, el diseño de interiores, la promoción cultural y, por supuesto, la enseñanza, todas ellas envueltas en un talento y gusto exquisitos pulidos en Berlín, a donde se traslada, en el marco de un intercambio, en 1952. 

A Jesús Nuñez se le vela desde este sábado, y esta tarde, a las 18.00 horas, se oficiará el funeral, de cuerpo presente, en el Santuario de Nosa Señora do Camiño (Os Remedios) para, a continuación, recibir sepultura en el Cementerio Municipal de Betanzos.