Betanzos continúa a la espera de completar la restauración del monasterio de Santa María de Donas. Las obras para rehabilitar el inmueble, situado en As Cascas, comenzaron en 2022 tras más de tres años de trámites y veinte de discusiones sobre sus usos, desde un centro vecinal a un espacio social y cultural pasando por un albergue, solicitado a la Xunta por primera vez en 2003.
La aparición de nuevos elementos arqueológicos “que obrigaron a modificar sustancialmente o proxecto inicial” y el encarecimiento de los materiales por la invasión de Ucrania hicieron que se aplazasen algunas actuaciones, como el acondicionamiento interior de la construcción, en la confluencia entre la avenida de Fraga Iribarne y la carretera autonómica AC-840.
El Gobierno de Betanzos propone acometer las obras que no se realizaron y la adecuación del entorno con cargo a “unha liña de axudas da Xunta para a recuperación de patrimonio municipal”, indicó el edil de Urbanismo y Patrimonio, Diego Fernández.
Los vecinos, especialmente los residentes en A Condesa, la urbanización de viviendas contigua al convento, expresan cada día su malestar por el ‘abandono’ de las actuaciones, inquietos por un hipotético deterioro de lo restaurado, pero el responsable de Urbanismo asegura que el edificio no corre peligro, en tanto las cubiertas y las ventanas se renovaron completamente, con lo que, en este sentido, “está protexido”, matizó Fernández.
En cuanto a los retrasos acumulados en las obras, estos se debieron a que, desde que comenzaron, se sucedieron las ‘sorpresas’, casi desde que ‘se visualizó’ para la ciudadanía al retirar la maleza y adecuar los accesos, hasta el hallazgo de distintos elementos, “case a cotío”, explicaron los arquitectos responsables, José Manuel Vázquez y Carmen Calatayud.
Uno de los aspectos más destacados, pues los expertos consideran que “ten un peso específico moi grande”, estuvo en la recuperación integral de un arco que, de acuerdo con la información existente, daría acceso a las naves principales del convento desde ‘una especie de patio’, así como en la aparición de un acceso hallado a 2,80 metros y que todo apunta a que sigue hasta el río Mendo, en el margen contrario de la avenida Fraga Iribarne.
La intención es que todos los elementos encontrados se mantengan intactos, y así también se intentará hacer en la siguiente etapa, una vez superados los obstáculos con los que se encontró el Ayuntamiento de Betanzos.
La rehabilitación de Santa María de Donas se marcó como uno de los retos para 2019, en el que se conmemoró el 800 aniversario del traslado desde Tiobre, y es “una de las obras de recuperación patrimonial más importantes de los últimos tiempos”, dijo la alcaldesa, que recordó que los responsables municipales llevan “muchos años trabajando en la recuperación de una construcción única, la más antigua de la ciudad, de nueve siglos de historia, que aún conserva elementos originales”, con la idea de “poner a disposición de los vecinos un espacio que combine cultura, ocio y convivencia”, explicó también María Barral.