La víctima de una supuesta agresión sexual cometida en 2020 en Cambre por un hombre que había conocido en una red social presenta “síntomas perfectamente compatibles con los hechos denunciados”, según declaró uno de los forenses durante el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de A Coruña.
La médica explicó que previamente a los acontecimientos la mujer presentaba un “trastorno ansioso depresivo del que estaba siendo tratada y del que consta una evolución favorable” pero que, tras el suceso denunciado, “su estado previo aumentó considerablemente”, produciéndose una “agravación de la sintomatología clínica” con necesidad de aumento en la dosis de medicación y de las sesiones de psicoterapia.
Además, al ser interpelada por el fiscal sobre la posibilidad de que el trastorno inicial pudiese dar lugar a “fabulación” en su descripción de los hechos, descartó la presencia de “contenido delirante que pudiese distorsionar la percepción de la realidad”.
También el psicólogo que compareció en la sala corroboró esta circunstancia: “No tengo ninguna indicación de que fabule”, indicó antes de afirmar que, tras el suceso presenta “sintomatología depresiva” como ansiedad, problemas para relacionarse y trastornos en la alimentación y el sueño.
En sus conclusiones, la fiscalía señala que los hechos denunciados “quedan acreditados sin ningún género de dudas”, que “existe una revocación clara y expresa del consentimiento inicial” y que “no hay móvil de venganza” por parte de la víctima.
En este sentido, la defensa argumentó que la acusación “solamente se basa en indicios” y “no tiene pruebas objetivas”, en referencia a que los informes médicos no prueban “hematomas, lesiones o fisuras” que son el “elemento primigenio” de una agresión sexual. Así, el letrado solicitó “la absolución” de su cliente e insistió en que fue una relación “querida, amorosa y bonita”. “En ningún momento existió violencia ni intimidación, es lo que dicen los médicos”, apostilló. Al final de la vista, el acusado añadió: “Soy inocente. Escucho los años de condena y veo como la juventud mía se puede dañar porque ella dice eso que es una mentira”.
Los hechos se produjeron en el paseo fluvial de A Barcala en 2020. Según el Ministerio Fiscal, la víctima conoció en julio al hombre a través de una red social y de esta forma continuó manteniendo contactos hasta que en agosto decidieron concertar una cita. Sobre las 20.30 horas del día 16 de agosto, ambos se encontraron en las proximidades de un establecimiento de hostelería y estuvieron allí hasta que se desplazaron hasta un área solitaria.
En el entorno del paseo fluvial de A Barcala, añade el escrito fiscal, “comenzaron a mantener relaciones sexuales consentidas”, como besos y tocamientos, hasta que el hombre le propuso mantenerlas también vía vaginal, pero al contestarle éste que no tenía preservativo, ella se negó “de forma clara y tajante, repitiéndoselo en varias ocasiones”.
El ministerio público sostiene que, “a pesar de ser consciente de la voluntad en contra” de la mujer, el hombre “con intención de satisfacer sus deseos sexuales, la arrinconó y la aprisionó con su cuerpo y tras vencer así su resistencia”, presuntamente, consumó la agresión.