El acusado por el atropello mortal de un joven de nacionalidad marroquí en el Paseo Marítimo en 2017, y de herir a otro en el mismo acto, pidió ayer, durante la tercera sesión del juicio en la Audiencia Provincial, perdón a los familiares de la víctima y del herido.
El jurado emitirá hoy el veredicto tras exponer ayer todas las partes las conclusiones.
El Ministerio Fiscal, que en un principio solicita una pena de asesinato, y varias de tentativa, solicita una pena de más de 40 años de cárcel. Aún así, la Fiscalía expresó al jurado, que de no darse esta acusación, se le proponga una por homicidio doloso, con una pena de poco más de cuatro años de prisión.
Tanto la Fiscalía como la acusación particular dicen que las pruebas y declaraciones de los policías, en sesiones anteriores, deberían mostrar al jurado que no se trata de un hecho accidental o fortuito. A lo que la acusación particular añadió que la diferencia entre un asesinato y un homicidio doloso radica en la capacidad de defensa de la víctima, la cual alega no existió.
La defensa del acusado, por su parte, alega que el atropello no fue realizado de manera intencionada ni cometido con alevosía como acusan el ministerio fiscal y la acusación particular. Además recalcó que “quién no ha cometido un error a los 21 años”. Por último quiso incidir en que, desde su punto de vista, todo este caso todavía genera dudas e interpeló al jurado diciendo que tenían que tomar una decisión basándose en certezas, no en dudas.
Posible huida
Durante el alegato del ministerio fiscal, dirigido al jurado, quiso recalcar que la detención del acusado por parte de la Policía, en las cercanías de la estación de tren de San Cristóbal, “fue un hecho fortuito” por lo que realmente “no podemos afirmar” que se dirigiera a la comisaría de Lonzas, o tratara de salir de la ciudad “por la Tercera Ronda”.
La defensa, por su parte, trató de afirmar que el acusado “iba a Lonzas” en el momento en el que fue interceptado por la Policía.
Declaración no presencial
La Fiscalía hizo hincapié durante la sesión en la declaración, realizada de forma no presencial al no encontrarse en el país, de una de las amigas del acusado, que lo acompañaba en el vehículo en el momento del atropello.
El fiscal quiso destacar que esta testigo, afirma que el acusado “fue a por ellos porque le habían marcado la cara”, en relación al incidente previo en un local de la zona del Orzán, entre ambos grupos, el de las víctimas y el del acusado. También añade que esta testigo afirmó que cuando vieron a las víctimas le dijo al acusado que “no son ellos”, para que no dirigiera la marcha del vehículo hacia el grupo, donde se encontraba la víctima mortal.
Al comienzo de la sesión, todas las partes implicadas hicieron sus preguntas a una médico forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), la cual destacó que no existían lesiones que no fueran causadas por el atropello. Además recalcó que estas lesiones fueron causadas por el impacto y “lanzamiento”, y que el coche no le pudo pasar por encima, solo embestirlo.
La médico del Imelga afirmó que la víctima sufrió “varios traumatismos” y que lo más grave era una “rotura de hígado”, a lo que añadió, ante las preguntas de la defensa, que el alcohol no tuvo ningún tipo de efecto, ni en las heridas ni en la muerte.
La médico forense del Imelga destacó también ante las preguntas sobre el informe forense de la muerte, que se trataba una muerte de “etiología criminal”.