Según el Ministerio del Interior, los delitos se incrementaron, un 5,5% en el primer trimestre de este año con respecto al mismo período del año anterior y la mayor parte de este incremento se debe a los delitos informáticos. En el Grupo de Delitos Telemáticos de la Policía Nacional en la provincia reconocen que presentan “una variedad importante: propiedad intelectual industrial, estafas, injurias, calumnias, revelación de secretos, falsificación de moneda y, además, los delitos relacionados con la posesión de pornografía infantil”. Las estafas es lo que más ha aumentado, pero siempre hay que ponerlo en contexto. “No es una proporción demasiado elevada respecto al número de transacciones”.

No todos son expertos piratas informáticos. Muchos estafadores tradicionales han descubierto que con un anuncio en internet de un producto que no tienen el “nicho de negocio es impresionante”. Pero aunque el estafador se puede sentir cómodo en su domicilio, los inspectores han llegado a seguir la pista del dinero hasta Australia, .“Seguir el dinero es lo más efectivo, incluso hasta las antípodas”, admiten. Las redes más importantes lanzan ataques directos, a veces a los clientes de bancos, con falsos mensajes de correo. Desde el Grupo advierten: “Estamos absolutamente geolocalizados y monitorizados y cuando no adoptamos precauciones, vamos dejando rastros y contraseñas”.

La Policia pide sentido común: “La contraseña más repetida a nivel mundial es 1,2,3,4,5,6. Es un poco triste. Las medidas que tomamos a nivel físico, adoptémoslas a nivel tecnológico”. Él surgiere algunas: tapar siempre la cámara del ordenador, leerse las condiciones de privacidad de las páginas o las aplicaciones, mantener los programas de antivirus actualizados, no realizar transacciones fuera de las páginas web oficiales o usar tarjetas temporales para los pagos.

Didáctica paterna
Pero, por supuesto, lo que más preocupa a muchos es la relación de los menores con la tecnología y el peligro de la pedofilia. El presidente de la asociación AtlanTIC, Santiago Rey, que se especializa en impartir charlas y cursos sobre este tema señala que se trata de “una situación social nueva, las reglas del juego son nuevas, y ninguno hemos sido preparados. Nos ha pillado con el pie cambiado y hay que reciclar a los padres Son conscientes del miedo. El mensaje del peligro ha calado y ahora toca proporcionar herramientas”.

Para prevenir pedofilia, ciberbulling o cualquier otro peligro, Rey aconseja a los padres cuatro pasos: Acompañar desde el principio al niño en su relación con la web, interesarse por lo que hace charlando con ellos, marcar límites sobre cuántas horas puede navegar o qué aplicaciones utilizar. Recuerda que el contenido de su teléfono será privado desde los 14 años pero “si les educamos bien, cuando tengan un problema vendrán a nosotros”.