Hay cierto economista metido a político que ha elevado, entre algunos colectivos, la motosierra a categoría de símbolo. No es el caso de Iván Matos. Este vecino de la parroquia bergondesa de Lubre la utiliza con una finalidad menos prosaica: crear arte a motor. Y lo hace con bastante habilidad, por cierto.
Lo demostró ayer en el parque de la Torre, en Celas de Peiro, con motivo de la celebración de la festividad de San Outelo. Alrededor de las once de la mañana se puso motosierra a la obra. Primero esculpió un casco de Estrella Galicia. “Non é o que me representa pero é o que me pediu a comisión de festas e aquí son un mandado”, dice entre risas.
No obstante, el responsable de la organización, Martín Lagueiro, consciente de la creatividad de Matos, no se opuso a que la segunda obra de la jornada fuese de temática libre: una hoja de roble acompañada de una bellota.
“Se queres facer algo de envergadura ó final non che queda máis remedio que optar pola motoserra. A escultura a man leva moito tempo”, señala este artista que realizó sus estudios de Bellas Artes en la escuela Pablo Picasso de A Coruña y lleva ya trece años haciéndolo con una técnica que surgió en la década de los cincuenta del siglo pasado.
Asegura que actualmente se vive un ‘boom’ y que son cinco o seis los profesionales que desarrollan su labor en la comunidad autónoma gallega.
“Baixou un pouco a actividade debido a epidemia. Non obstante, fanse competicións. Eu, por exemplo, cheguei a estar en torneos en Rusia”, añade, al tiempo que reclama más visibilidad para una expresión artística que implica “traballo moi duro”.
Las competiciones en las que participa suelen dividirse en diversas categorías. La más espectacular es la denominada ‘speed carving’ en la que en un tiempo determinado el galardón principal recae en el artista con la talla más acabada.