El Ayuntamiento de Culleredo inició, en el marco de las actuaciones diseñadas para modernizar las vías del municipio, las obras de adecuación de la antigua N-550. La intención, una vez solventada su cesión por parte de la Administración General del Estado, pasa por convertirla en avenida urbana y, mientras las de Vilaboa están casi terminadas, acaban de comenzar las de A Corveira. Una intervención que cuenta con un presupuesto de 233.317 euros, indicaron desde el Gobierno de José Ramón Rioboo.

Las obras en curso comprende el tramo entre el cruce de la N-550 con la calle del Alcalde Electo Carballo, en O Portazgo, y la avenida de Vilaboa. Es decir, entre los kilómetros 4,150 y 4,709.

Por una parte, en las actuales superficies cebreadas que ejercen de separación de carriles se están creando nuevas medianas verdes, con lo que se conseguirá una separación del tráfico y el embellecimiento del entorno, detallaron desde Culleredo. 

Las más amplias contarán con árboles y las más estrechas, con arbustos perennes, en ambos casos con una red de riego para su mantenimiento y conservación, desde la calle de Electo Carballo hasta la avenida de Vilaboa.

Además, tras detectar varias zonas deterioradas, se rehabilitará el firme; se renovará la señalización, tanto horizontal como  vertical, de la avenida, y se cambiará la red de sumideros en el cruce de la calle de Xesús Rey Martínez. También se variará la red de sumideros en el cruce con la calle Xesús Rey Martínez. 

Los pozos y arquetas se renovarán “en todo el ámbito de actuación”, explicaron también desde del Ayuntamiento de Culleredo, cuyo alcalde, José Ramón Rioboo, manifestó que estas obras se integran en el plan de regeneración urbana que quiere aplicar y está llevando a cabo en todas las parroquias, “en consonancia con nuestro proyecto, basándonos en un Culleredo más humano y en donde el peatón tiene el protagonismo sobre la circulación motorizada”, expresó Rioboo.

En cuanto al núcleo de Vilaboa, la actuación cuenta con una inversión de 632.000 euros y se desarrolla dentro de la iniciativa Culleredo Vivo, cofinanciado por la Unión Europea a través de los Feder. La siguiente fase de la humanización de este entorno consistirá en la construcción de otra glorieta y la urbanización del entorno de las calles Domingo Sierra y Vicente Risco, sobre la AP-9.

En este último caso la inversión es de 437.000 euros, a los que se suma una partida aprobada de 800.000 para continuar la mejora hasta la Sagrada Familia.