Con el título “Astronomía accesible, o no me chilles que no te veo”, Amelia Ortiz-Gil, del Observatorio Astronómico de Valencia y coordinadora de divulgación para España de la Unión Astronómica Internacional, aupará su voz el sábado a las 19.30 horas en el Planetario porque a menudo se piensa en la astronomía como una ciencia muy visual, basada en imágenes bonitas y llamativas, pero la mayoría desconoce que la tecnología puede hacerla practicable a personas con discapacidad visual, en base a herramientas que favorecen a todos porque hacen el acercamiento más completo.
La experta comenta que la especialidad empieza a ser accesible, pero que “hay que hacerla mucho más de lo que es”. El desarrollo de programas permite avanzar y darle posibilidades a los usuarios con necesidades especiales. Hoy los ordenadores ya llevan sofware que lee en voz alta lo que aparece en la pantalla. Esto ayuda a que un investigador ciego imprima textos en braille e imágenes en relieve y “con impresoras 3D se puede dar forma a objetos explorados”.
Por eso cree que quizá el principal enemigo sea el desconocimiento y la falta de uso que lleva a los fabricantes e informáticos a no darle cuerda a esa otra forma de conocer los astros: “Existen muchos materiales que podrían ser producidos en diversos formatos, pero el que los produce no cae en la cuenta de que hay esa opción”. Amelia señala que es muy habitual en las publicaciones hacer gráficas con colores. En este punto, los investigadores no suelen preocuparse en utilizar una tonalidad que le dé suficiente contraste para que “una persona daltónica los diferencie”. En su ámbito, la especialista conoce a cuatro astrónomos con discapacidad visual, que trabajan con adaptaciones y acceden a los datos de telescopio. Lo entienden todo. Y es que el ordenador traduce los estudios en imágenes o sonidos. Los hace masticables.
La actividad del sábado surge del interés de la agrupación astronómica Ío por buscar una mayor accesibilidad en sus sesiones. En este punto, Amelia comenta que los telescopios se pueden alargar para los que van en silla de ruedas. Para las personas ciegas, se puede ir imprimiendo en tiempo real imágenes táctiles de lo que se ve. En un observatorio en Irlanda, cuenta que está instalada una aplicación donde se asocian sonidos a distintas estrellas y se escucha cómo se van moviendo en tiempo real. Para las personas sordas, la astronomía es accesible con tan solo tener a un intérprete del lenguaje de signos: “Esto resulta interesante para todos porque nos activa más sentidos en el proceso de aprendizaje, nos deja que captemos cosas que no captaríamos si no existieran. Es útil para todos”. l