Noche de música y músicos, abrazos, sonrisas y sorpresas para esta gala de los Premios Platino donde el broche de oro lo ha puesto Ana Belén con una preciosa versión de "Solo le pido a Dios", el himno pacifista de la icónica Mercedes Sosa, que ha dedicado a todas las personas que sufren el horror de la guerra".
Esta canción, ha dicho la artista madrileña, es también un homenaje a "los que luchan, han luchado y lucharan por la dignidad del mundo y por la paz".
Desde ese momento, las escaleras que llevan al escenario han quedado alfombradas con los colores de la bandera ucraniana; por ellas llegaban a las tablas Cecilia Roth, Oscar Martínez y Óscar Jaenada para encumbrar a la película ganadora de la noche "El buen patrón", que ha compartido los máximos galardones con la serie argentina "El reino", que ha logrado tres premios.
De ahí al recuerdo al recientemente desaparecido Juan Diego, primero Javier Bardem, dedicándole su Platino como mejor intérprete masculino por "El buen patrón", y después Jaume Roures, que ha adjudicado a la lucha social del actor sevillano el argumento de la película que se acabada de alzar como la ganadora absoluta en cine.
Pero nada más comenzar, la gala ha mostrado sus poderes con el escenario más colorido que pudiera imaginarse; Nía, la ganadora de "OT 2020", ceñida en un vistoso mono amarillo de flecos, evolucionaba por un decorado de tres ambientes, que los presentadores han aprovechado para marcarse un chotis, aprovechando que mañana es el Día de la Comunidad de Madrid, y pronto, ha dicho una Lali Espósito muy informada, "San Isidro".
Espósito no ha tenido problema, a pesar de sus sandalias de tremenda plataforma de charol negro, en intercambiar unos pases de balón con Muñoz y con un joven virtuoso del toque, Javier Redondo, que no ha dudado en felicitar a su equipo, el Real Madrid, por su reciente campeonato de Liga, mientras desde el público les sonreían Fernando Morientes y Marcelo.
Tras un emotivo mensaje de apoyo a Ucrania en el que ha participado todo el público, componiendo con cartulinas de colores amarillo y azul la leyenda "Iberoamérica por la paz", ha habido un homenaje a Vicente Fernández, que puso a cantar a todo el mundo, acompañando la interpretación de "Volver, volver" a cargo de Pedro Fernández, un homenaje que se unía al recuerdo que Nía dedicó a Celia Cruz al principio de la gala interpretando "La vida es un carnaval".
Unos premios que se han decidido después de ver detenidamente "669 películas y 145 series", ha dicho Muñoz, poco antes de llamar la atención de su "tata", que a los 97 años buscaba desde su asiento a su sobrinonieto que evolucionaba por el escenario. "Tata, no te lo pierdas", le ha dicho entre risas Muñoz, al ver que se distraía un momento.
Muñoz ha vuelto a sorprender al cambiar el pantalón de su esmoquin por una falda plisada negra que dejaba al aire sus piernas enfundadas en unos ejecutivos para presentar la actuación de su compañera en la gala -"lo mejor que me ha pasado estos días", ha dicho el actor y director- que no ha logrado logró ganar el Platino con su documental "100 días con la tata".
Otra sorpresa no anunciada ha sido cuando entró al escenario para entregar los premios a mejores interpretaciones de reparto en cine la actriz y cantante colombiana Carolina Gaitán, una de las voces de "Encanto", que entonó una frase de la popular canción "No se habla de Bruno", éxito mundial de la película de Disney.
Han ganado el chileno Alfredo Castro, su tercer Platino, y Aitana Sánchez-Gijón, el primero. La actriz, impecable con un modelazo de tirantes en color blanco, ha sido de las primeras en agradecer su premio a Milena Smit, a la que disputaba el premio, y a Pedro Almodóvar por haber hecho "esta película tan importante y necesaria", por la que Antxón Gómez se ha llevado el premio como mejor director de arte.
Y con sorprendente puntualidad, la gala -estupendo programa de televisión retransmitido al mundo iberoamericano por televisión e internet- terminó a la hora anunciada; felices los ganadores y los que no, como les recomendó la reina de la noche, la maravillosa Carmen Maura, adorable en su sencillez:
"Que no les importe a los que no han premiado, que en este trabajo hay que tener mucha paciencia. Tienen que pasar muchas cosas para que te den un premio: que te llamen para la película, que te den la prota...".
Pero al que le toca, le toca. Y este era el año de Maura, aprendiz en "una carrera no se termina nunca porque haces un personaje, y otro, y siempre tienes que estar estudiando, y es muy divertido poder ser rica, pobre, mala. Matar, por ejemplo. Y luego irte tan tranquila a casa a dormir. Es genial, porque te arregla mucho la cabeza".