Jorge Drexler: “Fui un ejemplo de fracaso industrial, pero la música ha sido enormemente generosa conmigo”

Jorge Drexler: “Fui un ejemplo de fracaso industrial, pero la música ha sido enormemente generosa conmigo”
El músico Jorge Drexler | Antón Goiri

El sábado, Jorge Drexler arribará a Noites do Porto, después de “muchos años” sin venir a tierras herculinas, desde la presentación de ‘Salvavidas de hielo’. Ahora regresa con nuevo trabajo, ‘Tinta y tiempo’, y una nueva propuesta, “con una banda nueva, con un repertorio nuevo y con un disco nuevo”, explica Drexler, que destaca también que la apertura del concierto la hará Tiago Iorc, “un artista muy importante en Brasil, por lo que es un orgullo traerlo por primera vez a España”.

 

James Rhodes actúa el domingo y por redes le tendía la mano a colaborar sobre el escenario.
Hemos hablado con James y me encantaría. Lo que rescato de eso es que me parece muy bonito que dos extranjeros estaban intentando hablar gallego, cuando en realidad ninguno lo habla bien (ríe), pero jugando con los idiomas, intentando distender la tensión política que hay alrededor de los idiomas en España y saber que los idiomas son un patrimonio maravilloso, un regalo... el gallego es un idioma maravilloso en el cual se ha escrito una parte muy importante de las cantigas, de la poesía y de las canciones de nuestro territorio, el iberoamericano. Lo de hablar en gallego (con James) me pareció la parte más interesante de la anécdota, luego veremos si sale adelante, quedamos en hablar estos días.

¿Cómo nació ‘Tinta y tiempo’?
Durante la pandemia, con mucha dificultad. Hubo una suma de factores: justo se cumplen 30 años de mi primer disco; el cambio de discográfica, que pone una presión extra porque quieres trabajar bien con tu nuevo equipo; y el hecho de estar aislado, de no poder mostrar el repertorio y poder foguearlo, me bloqueó bastante, no tuve muy claro que tenía el repertorio del disco. Pero, por suerte, llegó a buen puerto y me está dando unas alegrías inesperadas.
 

Salta a la vista es que el disco es un canto al amor, en diversas vertientes, pero también al arte. 
Sí, y no solo en los textos, el disco intenta tener un colorido y una aproximación musical también florida, exuberante, como el cambio que produjo el amor hace 1.600 millones de años cuando dos células se juntaron en el Mesoproterozoico para tener ‘un hijo común’. Ahí se produce una explosión de vida en el planeta y el disco intenta reproducir, con la orquesta, esa música. No fue escrito como un disco temático, pero me di cuenta de que en vez de las situaciones que dejaba la pandemia, preferí escribir cosas que aprendimos a revalorizar y que echábamos en falta: el amor, el contacto...

 

De canciones como ‘¡Oh, algoritmo!’, surge la duda habitual de si hay artistas o géneros que no piensan en las reproducciones...
Es una mentira grande como una casa (ríe), pero es una mentira que decimos nosotros, porque somos unos narcisistas, que nos interesa pensar que es tan maravilloso lo que hacemos que podemos mostrar desinterés en difundirlo. Pero no es cierto. Yo te estoy dando una entrevista porque quiero difundir lo que hago, vivo de mi trabajo y quiero vender entradas. Hay otra canción, que es ‘Amor al arte’, que cuando habla de amor al arte, que se suele entender como trabajar sin cobrar, te dice ‘no, cobra lo que tengas que cobrar, pero hazlo por amor al arte, no confundas precio con valor, pero cobra lo que tengas que cobrar’. Yo no tengo intención de decir que mi trabajo es desinteresado o que prescindo de los medios, sería un hipócrita, porque si no, no permitiría que se hiciese promoción. Es una cosa que odio de los géneros que autoproclaman esa pureza, nunca he creído en la idea de pureza en las artes, me parece más honrado reconocer el interés laboral, es digno, no fabricamos minas antipersona, ¿por que tenemos que pedir disculpas por promocionar nuestro trabajo?.

 

Hablaba del 30 aniversario, ¿que pensaría aquel Jorge del actual?
Creo que fliparía (ríe). Los primeros diez años en España fui un ejemplo de fracaso industrial (ríe), pero también de felicidad personal y artística. Si le dijera al Jorge del 92 que iba a vivir de la música, se pondría muy contento. La música ha sido enormemente generosa conmigo y lo que me ha pasado está mucho más allá de lo que hubiera podido soñar.

Jorge Drexler: “Fui un ejemplo de fracaso industrial, pero la música ha sido enormemente generosa conmigo”

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