El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha anunciado hoy la creación de una Dirección General de Derechos Culturales para luchar contra la censura, así como prestará más "atención" a las medidas fiscales del Estatuto del Artista y creará "espacios de diálogo e intercambio" para "superar un marco colonial anclado" en los museos.
Así lo ha dicho hoy Urtasun durante su comparecencia a petición propia en la Comisión de Cultura del Congreso, donde ha desarrollado las líneas de trabajo de su ministerio para esta legislatura, donde destacan la lucha contra la censura mediante la creación de una Dirección General de Derechos Culturales
"Queremos hacer de los derechos culturales un nuevo marco desde el que diseñar las políticas públicas como marcan las políticas públicas culturales en Europa hoy. Un enfoque que nos permitirá abordar asuntos pendientes de la política cultural en nuestro país", ha explicado.
Un plan que se "sostendrá" en varios ejes: la adopción de una "postura firme contra cualquier forma de censura", poner atención a la promoción de "condiciones dignas para el trabajo cultural" y dar "garantía" a que todos los ciudadanos, independientemente de su origen" tengan acceso equitativo a los recursos y oportunidades culturales así como "interconectar" educación y cultura.
"Se trata por lo tanto de desarrollar acciones concretas y medidas específicas que generen las mejores condiciones posibles para que los proyectos culturales puedan desarrollarse y para que la ciudadanía pueda disfrutar de una vida cultural plena, cuyo ejercicio no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa", ha añadido.
Unas palabras que ha acompañado de una denuncia: "La creación y producción cultural sufre un momento histórico de cambio en el que la censura y la injerencia política ganan terreno en la gestión cultural pública (..) Esta Dirección acompañará a cualquier creador, autor o colectivo cuya actividad haya sido borrada o censurada del espacio público".
Entre los retos que Urtasun ha señalado está también el establecimiento de "espacios de diálogo e intercambio" que permitan "superar un marco colonial anclado en inercias de género o etnocéntricas" que han "lastrado", ha añadido, "la visión del patrimonio, de la historia y del legado artístico".
Medidas que "se traducen en un proceso de revisión" de las colecciones de museos estatales, ha matizado sobre esta revisión ya está activa en el Museo Nacional de Antropología o Museo de América, donde, según sus palabras, "se trabaja en visibilizar y reconocer la perspectiva de las comunidades y la memoria de los pueblos de los que proceden los bienes expuestos".
En el ámbito legislativo Urtasun ha anunciado que se abordará una nueva Ley de Patrimonio; se desarrollará la Ley del Inaem y la reforma de la Ley del Cine.
Esta ley, ha adelantado, se publicará en las próximas semanas con el objetivo de que culmine su última fase del debate parlamentario.
El titular de Cultura ha apuntado que se creará un Plan de Igualdad para la Cultura, así como se potenciará el ya existente Observatorio de la igualdad en la cultura.
Asimismo, Urtasun ha señalado a la necesidad "urgente" de "proteger también dos lenguas minoritarias", el aragonés y el asturiano, lenguas que no son cooficiales pero que "están reconocidas por sus estatutos de autonomía y deben ser protegidas".
Por otro lado, durante su intervención ha dicho que se pondrá en marcha una Bienal de Cultura de Futuro Climático, así como activarán un programa de acción cultural también en barrios y en zonas desfavorecidas de España para "garantizar la distribución equitativa de recursos" y el acceso "en todo el territorio tanto al disfrute como a la creación y producción cultural".
Respecto al Estatuto del Artista, Urtasun ha manifestado que van a poner "singular atención" a las cuestiones de fiscalidad. Además, se culminará la revisión del catálogo de enfermedades profesionales específicas del sector artístico.
El ministro también ha dedicado parte de su intervención a la Inteligencia Artificial, y ha calificado de "desafío" que hay que "garantizar que sea una herramienta al servicio de los trabajadores culturales, que facilite procesos de trabajo de fácil automatización y que permita, si así se desea, liberar campos para crear más y mejor (...) que sea una tecnología al servicio de la creación y la experimentación.