Ganar fuera de casa es un requisito innegociable para el Deportivo, que depende de sí mismo para lograr el ascenso, y no importa si para eso tienes que vencer a tu amigo. Esta es la premisa de los blanquiazules, que a las 19.00 horas rinden visita a Unionistas de Salamanca en el Reina Sofía, en un ambiente festivo y con un hermanamiento entre ambas aficiones.
Sumar de tres y empatar a puntos el Alcorcón, el actual líder, que juega mañana fuera contra el Algeciras, y ganar a domicilio, algo que los coruñeses no logran desde el pasado 19 de febrero, cuando se impusieron al Talavera (0-1).

Apoyo incondicional

La hinchada blanquiazul estará ahí, se pueden superar los alrededor de 2.500 que estuvieron en el Reino de León y habrá lleno en el campo salmantino. Alrededor de un centenar de aficionados salieron esta mañana en autocar y a estos habrá que sumar los que vayan por su cuenta, las peñas desplazadas y agrupaciones como Miróbriga o Meseta Blanquiazul, que no se perderán una cita tan cercana.

El buen ambiente entre ambas hinchadas es algo que nació en el partido de Copa de enero de 2020 y que se ha ido prolongado en las siguientes campañas.  El último partido de la pasada temporada regular ante el cuadro charro en Riazor, jugándose estos entrar en playoff y con el Depor con la segunda plaza confirmada, fue una fiesta del fútbol. Las dos gradas se dedicaron cánticos e incluso la salmantina desplegó una pancarta apelando a que la entidad del Depor era de ‘Primera División’.

Muy buenas palabras de ambas Federaciones de Peñas, pero en el rectángulo verde no habrá espacio para la amistad. Ambos equipos necesitan ganar, aunque por motivos muy diferentes. Los coruñeses dependen de sí mismos para lograr el ascenso directo y quieren empatar en lo más alto con los alfareros, que aún tienen que visitar Riazor.

Mientras, los de Daniel Ponz aspiran a seguir con la buena dinámica en casa, donde no han encajado y han sumado sendas victorias desde la llegada del nuevo técnico. La escuadra charra, además, fue capaz de enlazar tres victorias seguidas. Además, a pesar de la derrota la pasada jornada contra el CD Badajoz, sigue fuera del descenso, a cuatro puntos, que marca el Fuenlabrada, con 32 en su casillero.

En la búsqueda de una continuidad en las victorias y una mejoría en el juego, Óscar Cano recupera para este partido a Roberto Olabe, que se perdió el anterior choque por sanción, pero pierde a dos puntales de la defensa: Antoñito, que cumple ciclo de amonestaciones y el central Pepe Sánchez, con una lesión en el recto anterior de su pierna izquierda. Esto obligará al preparador granadino a introducir cambios en el once. Con Mackay en la portería, Villares puede volver al lateral derecho, Lebedenko por el izquierdo y entrar Lapeña en la zaga para acompañar a Pablo Martínez.

A la medular tiene opciones de regresar Roberto Olabe, acompañando a Isi Gómez y como enganche Mario Soriano. Esto haría regresar al once por la izquierda a Saverio, Alberto Quiles seguiría en la derecha y como punta ejercería Lucas Pérez. Un Deportivo obligado a no perder el ritmo de la cabeza de la tabla y a llevarse tres puntos de amigo.