Una de las máximas a las que se aferran muchos equipos es que es más fácil corregir los defectos en la victoria que en la derrota y en eso incide el Deportivo, que hoy retomó los entrenamientos en la Ciudad Deportiva de Abegondo tras el partido de Mérida y una auténtica paliza en autobús, con más de 1.500 kilómetros a sus espaldas entre el sábado y el domingo.

Los blanquiazules siguen mostrando debilidades, pero los resultados le sonríen. Dos victorias en dos partidos disputados son su mejor aval.

Eso sí, si el primer triunfo necesitó una remontada con Mario Soriano a nivel estelar, el segundo requirió de oficio y estuvo en el aire en los últimos instantes con una falta innecesaria de Adrián Lapeña sobre la línea del área. No solo supuso una peligrosa acción a balón parado, sino que además se jugó el penalti que habría podido dar al traste con todo el trabajo que se había realizado ante los extremeños.

El central mantuvo un aparte en el entrenamiento de hoy con Álex Martínez, el segundo entrenador del cuerpo técnico que encabeza Borja Jiménez, Álex Martínez. Ambos intercambiaron impresiones en el césped de Abegondo, tal vez sobre la jugada que estuvo a punto de ocasionarle un disgusto a los deportivistas. Por fortuna para los intereses blanquiazules, el resultado se mantuvo y el Deportivo pudo regresar a casa con tres puntos en la maleta para mantener el pleno de triunfos en el inicio del campeonato.