El Celta de Rafa Benítez llegaba eufórico al inicio de LaLiga EA Sports por su excelente pretemporada, pero el EuroOsasuna lo envió a la lona en su primer partido oficial con dos bofetadas: una de Rubén García en el primer tiempo y otra de Moi Gómez en el segundo, que sacaron a relucir las penurias celestes.
La pizarra de Jagoba Arrasate y su lectura de partido desarbolaron al Celta, impotente para hacer frente a la superioridad rojilla. El equipo de Benítez fue una sombra del que exhibió solidez durante la pretemporada. Volvió a generar dudas en el juego aéreo, y con el balón en los pies tampoco fue creativo.
Su mejor ocasión llegó tras un error de Montayola en el centro del campo que permitió a Larsen armar un rápido contraataque. El joven delantero noruego lo hizo todo bien, pero su remate con la zurda se marchó demasiado cruzado. Al acompañante de Aspas le sigue faltando gol.
Eso llegó cuando Osasuna, muy superior durante los primeros 45 minutos, ya mandaba en el marcador. Arrasate le ganó la batalla táctica a Benítez, que también condenó a los suyos situando al extremo argentino Franco Cervi como lateral izquierdo y dejando en el banquillo al internacional peruano Renato Tapia, su mediocentro más físico y fuerte por arriba.
El técnico vasco dispuso superioridades en la zona de creación, a la espalda del joven Hugo Sotelo. Beltrán era incapaz de aguantar el empuje rojillo. A eso se unió que cada centro lateral al área gallega se convirtió en una amenaza para la defensa celeste, muy frágil en el juego aéreo. Budimir fue el primero en rozar el gol. El internacional croata bajó con el pecho un centro de Moncayola, acomodó su cuerpo y sacó un potente remate que se estrelló en el larguero ante la mirada de Iván Villar.
El Celta estaba sin respuesta, y sobrepasado el minuto 20 fue golpeado con otro balón colgado a su área: Budimir aprovechó el desajuste de Mingueza y Aidoo pero entre Iván Villar y el larguero evitaron su gol de cabeza. El rechace le cayó a Rubén García, y éste no falló.v
El 0-1 hizo daño al Celta. Sus atacantes estaban desaparecidos, y Catena tuvo el 0-2 con otro remate de cabeza que evidenció la fragilidad área de su rival. Benítez lo tiene detectado, y por eso aceleró la llegada del central sueco Carl Starfelt.
Antes del descanso, Larsen tuvo el empate pero su remate, con la izquierda, tras una fuerte galopada se marchó cruzado. Mejoró el Celta en el segundo tiempo. A Bamba le sacó el gol Budimir bajo palos nada más reanudarse el choque.
Osasuna perdió protagonismo en la zona de creación, y Aspas pudo igualar pero al internacional español le falta la chispa de antes. Un mal despeje de Mojica acabó en sus pies, pero, lento, dio tiempo a Moncayola para desequilibrarle lo justo antes de armar su pierna. Su tiro se quedó en nada. Lo volvió a intentar después, pero con la misma suerte.
Benítez movió el banquillo. Introdujo a Miguel Rodríguez y dio veinte minutos a Gabri Veiga, el héroe de la sufrida permanencia la pasada temporada. Una nueva muestra de que el internacional sub-21 está a un paso del Nápoles. Pero justo cuando el canterano entró en el campo, el Osasuna sentenció con un tanto de Moi Gómez. A Benítez le queda mucho trabajo y su equipo pide a gritos refuerzos. La primera jornada del curso fue otro golpe a la ilusión del celtismo.