La cantera del Leyma Básquet Coruña no para de crecer y se ha convertido en la gran base del norte de Galicia, desplazando a equipos históricos con categorías inferiores muy trabajadas.
La marea naranja no lo es solo en el Palacio con su equipo profesional, siempre aspirando al soñado ascenso a la ACB. Detrás hay una enorme base en la que la ilusión es la bandera de las y los jóvenes talentos del baloncesto autonómico.
Los equipos femeninos y masculinos del Leyma están en todas las categorías y en todas las ligas. Por ejemplo, hace unos días, el femenino sub11, plantel entrenado por Adrián Seijas, se impuso en la Copa Coruña de Mini básquet tras una gran actuación de sus jugadoras. Carla, Laura, Cova, Eva, Cris, Claudia, Mafalda, Clara, Violeta y Yaiza, son las componentes, niñas que rebosan ilusión y futuro. Sin duda dos de las claves fundamentales para cualquier equipo en cualquier modalidad deportiva.
El trabajo de la cantera del Leyma es constante, todo el año hay baloncesto en la ciudad para los más pequeños. No solo con los equipos en liza, sino con campus y jornadas para que los futuros jugadores adquieran cada vez más conocimientos
El baloncesto lleva ya mucho tiempo entre nosotros. Nació en el pasado siglo, en las calles y plazas, y fue creciendo hasta que, en los 60, dos equipos, el Medina, femenino, y Bosco, masculino, se convirtieron en referentes herculinos.
A partir de entonces, con mejores o peores resultados, A Coruña siempre ha tenido su equipo de baloncesto.
A finales del pasado siglo fue el Basketmar el que puso todo su esfuerzo en crecer, pero no consiguió un ascenso a la ACB con el que soñó y por el que peleó. Todos estos clubes hicieron una gran labor de cantera, pero los números del Leyma en este apartado son impresionantes. Son centenares de niñas y niños los que forman la base de una entidad que nació en junio de 1996 de la unión del equipo de Liga EBA de Arteixo y del Club Baloncesto Ventorrillo.
En aquel momento el CAB Coruña perdía la categoría en la liga EBA y desaparecía. Directivos, entrenadores y jugadores de la ciudad, iniciaban el proyecto naranja con un claro objetivo, recuperar el prestigio y la afición al baloncesto en toda el área coruñesa.
Medio siglo después es evidente que lo han conseguido. Mover este número de niñas y niños es absolutamente meritorio y refuerza el sentimiento con el que nació el Leyma.
Una buena muestra puede ser este equipo sub11. La felicidad de los rostros de estas campeonas es la sonrisa de una cantera, de un proyecto, de una idea que, evidentemente, enorgullece a una ciudad que sueña con el baloncesto, como las niñas del ‘U11’.