Los agricultores y ganaderos han protagonizado este viernes protestas en Castilla y León y Castilla-La Mancha, y preparan una manifestación en Madrid, con el mensaje de que resistirán hasta ver medidas concretas del Gobierno y de la Comisión Europea (CE), que ya ha ofrecido propuestas para aplacar la ira del campo.

Tractores y manifestantes a pie de toda Castilla y León han acudido este viernes a Valladolid, en una protesta "sin siglas" y respaldada por todas las organizaciones agrarias y por los productores independientes para pedir soluciones a la crisis del sector que "se publiquen en el Boletín Oficial del Estado (BOE)".

Ha sido la protesta más concurrida de la jornada y ha contado con una columna de 550 tractores, seis autobuses, 60 vehículos y mil personas a pie.

En Toledo, las organizaciones agrarias Asaja, UPA y COAG han llevado a cabo este viernes una nueva movilización, dentro de su calendario nacional de protestas que iniciaron hace más de un mes, en la que ese ha producido reparto de alimentos para buscar la complicidad de los consumidores.

Entre tanto, Unión de Uniones -que desarrolla un calendario de manifestaciones aparte de esas tres organizaciones- prepara su movilización del domingo en Madrid, la segunda que realizan en la capital, -a la que pretende llevar 1.500 tractores y 10.000 personas- con el lema "Nos siguen sobrando los motivos".

La organización agraria también reclama actuaciones inmediatas "que se recojan en el BOE" y pide una reforma de la Política Agrícola Común (PAC) en 2025, que la haga más acorde a las necesidades del campo y corrija los problemas que han desencadenado la movilización de los agricultores en los países comunitarios.

El campo español ha insistido estas últimas semanas en que se movilizan en protesta por la PAC y los problemas generados por las importaciones, y para pedir precios justos.

En estos momentos, todos los ojos están puestos en Bruselas, donde la Comisión Europea acaba de hacer públicas propuestas concretas, en la línea con lo debatido en el último Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE) para simplificar la PAC. 

Dichas propuestas incluyen la flexibilización de las obligaciones del barbecho o los controles.

En concreto, la CE ha planteado suavizar algunas de las exigencias ambientales a las que obliga la PAC, una medida que se suma a otras iniciativas adoptadas en las últimas semanas para tratar de aplacar las protestas de los productores europeos.

El objetivo es "aliviar aún más la carga administrativa" y dar a los agricultores y a los Estados miembros "una mayor flexibilidad para cumplir determinadas condicionalidades (...) sin reducir el nivel general de ambición de los objetivos de protección medioambiental y climática de la política agrícola de la UE".

En particular, el Ejecutivo de la UE pone sobre la mesa cambios en algunas de las prácticas ambientales necesarias para recibir subsidios de la PAC y exime a las pequeñas explotaciones (de menos de 10 hectáreas) de controles y de sanciones relacionadas con los requisitos de condicionalidad.

Negociación con el Gobierno

En Sevilla, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha declarado este viernes que confía en que en las próximas semanas se llegue a un acuerdo con las organizaciones con las que su equipo mantiene reuniones para buscar soluciones a la "preocupante" situación del campo.

Planas ha indicado que el Gobierno ha celebrado tres reuniones con dichas organizaciones y mantiene un contacto permanente para concretar las ayudas a las que el se ha comprometido con ellos para aliviar sus problemas. 

Se incluyen entre estas medidas la propuesta de exención de los controles de condicionalidad de la PAC, la voluntariedad del cuaderno digital o el compromiso de crear una agencia estatal para incrementar la capacidad de inspección y control de ley de la cadena alimentaria.

Por su parte, la Comisión de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Senado ha pedido hoy al ejecutivo que impulse medidas a escala europea para garantizar que los productos de terceros países cumplen los mismos requisitos que los exigidos para los productos de UE.