La buena marcha del empleo y la subida de los salarios ha disparado la recaudación por IRPF hasta un máximo histórico de 55.247 millones de euros en el primer semestre, un 10,6 % más que en el mismo periodo de 2023 y un 55,1 % más que en 2019, antes de la pandemia.
La Agencia Tributaria ha publicado esta semana los datos de recaudación de los primeros seis meses del año, un periodo en que los ingresos tributarios alcanzaron un récord de 122.589 millones, un 10,4 % más que un año antes.
Detrás de este crecimiento, explica la Agencia, está la evolución de los impuestos directos -fundamentalmente IRPF e impuesto de sociedades-, responsables de siete de los diez puntos de incremento.
En el caso del IRPF, el aumento de la recaudación en la primera mitad del año responde tanto al aumento de las rentas del trabajo -derivadas, a su vez, del aumento del empleo y de los salarios- como de las retenciones por el rendimiento del capital mobiliario, es decir, de los intereses cobrados por depósitos o los dividendos de acciones.
El crecimiento se produce, además, a pesar de que persisten varios elementos negativos, entre ellos que los datos de junio recogen buena parte de las devoluciones de la campaña de la renta de 2023, pero no de los ingresos, ya que la primera cuota se reflejará en el informe de julio.
Además, la recaudación de este impuesto se ha visto reducida en 1.625 millones por medidas normativas, entre las que destacan la reducción para rentas bajas (860 millones) y las devoluciones a mutualistas (708 millones).
Más allá de los datos concretos de este año, cuando se miran los datos en perspectiva se observa un crecimiento constante de la recaudación por IRPF: en el primer semestre de 2019, antes de la pandemia, era de 35.625 millones, ligeramente por debajo del entonces máximo histórico para ese periodo (36.345 millones, registrado en 2008).
A partir de entonces y tras un pequeño retroceso en 2020 (34.449 millones) la recaudación del primer semestre no ha parado de crecer, a medida que lo hacía el empleo y, después, los salarios: 39.009 millones en 2021, 44.948 millones en 2022, 49.931 millones en 2023 y 55.247 millones en 2024.
Esta evolución es paralela a la experimentada por el empleo -en junio de este año había 21,4 millones de ocupados, casi dos millones más que en junio de 2019 (19,5 millones)- y la renta bruta declarada por los hogares -que pasó de 677.622 millones en 2019 a 842.972 millones en 2023 según los informes anuales de recaudación de la Agencia Tributaria-.
Por lo que respecta al impuesto de sociedades, en la primera mitad del año recaudó 4.449 millones, un 59,6 % más, en parte por los mayores beneficios y en parte por impacto del límite a la compensación de las bases imponibles negativas dentro de los grupos.
Los ingresos por IVA en el primer semestre ascendieron a 45.921 millones, un 8,2 % más, sobre todo por la recuperación paulatina de los tipos en los impuestos que afectan a la energía, que habían estado bonificados en los momentos de mayor inflación.
Sin embargo, todavía persisten algunas bonificaciones, como la que afecta al IVA de los alimentos básicos, que ha restado 442 millones a la recaudación en la primera mitad del año. Este dato no recoge el impacto de la supresión del IVA para el aceite de oliva, que entró en vigor el 1 de julio.
Dentro de los impuestos especiales, el impuesto de hidrocarburos recaudó 1.869 millones, un 1,7 % más; el del tabaco, 1.325 millones, un 9,6 % más, y el de los envases de plástico no reutilizables, 289 millones, un 3,3 % más.