La flota pesquera española podrá seguir faenando en el Pacífico Oriental, que baña las aguas de Latinoamérica, durante los próximos dos años tras las decisiones adoptadas por la Comisión Interamericana de Atún Tropical (CIAT) y por las que se prolongan las medidas de regulación de la pesca de túnidos.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha informado en un comunicado que la flota española es la única de la Unión Europea (UE) que faena en este área y que de esta manera podrá mantener sus posibilidades de capturas.
En concreto, la medida beneficia a 38 buques palangreros con base en Galicia y a cuatro cerqueros del País Vasco que capturan patudo, listado y rabil.
La CIAT ha decidido la prórroga de las medidas hasta 2026 toda vez que se ha constatado la efectividad de las medidas adoptadas hace dos años por la buena salud actual de las poblaciones de peces patudo (atún) y listado (bonito).
En cuanto al rabil (conocido a su vez como atún de aleta amarilla), se ha acordado que se reforzarán o relajarán las medidas en función de los resultados de la evaluación del estado de esta especie.
Las medidas ya vigentes en el periodo 2022-2024 partían del modelo de gestión basado en restricciones del esfuerzo de pesca, con la limitación de la capacidad y el número de días, y establecía una veda de 72 días en el área del convenio, con una extensión de 8 días adicionales para los barcos que tienen mayores capturas de patudo.
Con respecto al sector de palangre (tipo de pesca que consiste en dejar el aparejo sobre el lecho marino), la comisión de CIAT ha aprobado medidas para garantizar una liberación segura de los tiburones vivos mientras que continuará el estudio de las poblaciones de tiburones vulnerables.
El ministerio ha aducido que esto es positivo para la flota española, ya que ésta captura especies de tiburones comerciales cuyos 'stocks' de población están en buen estado.
La CIAT ha aprobado otras dos medidas propuestas por la Unión Europea, una de ellas sobre la mejora del control de los buques de captura y las granjas, para que su marco de ordenación se asemeje al que regula la pesca de esta especie en el Atlántico y Mediterráneo, y otra respecto a la petición al comité científico asesor de que emita una recomendación sobre la pertinencia de instalar dispositivos de control de peces, como ya se aprobó para el océano Índico.