El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática de España, Félix Bolaños, rechazó ayer la posibilidad de que el impuesto a la banca repercuta a los clientes porque, en ese caso, “acabarían pagando los de siempre”. Así se refirió al dictamen del Banco Central Europeo (BCE) conocido ayer y en el que el organismo analizaba la proposición de ley para aprobar los impuestos temporales a la banca y a las grandes energéticas.
En el escrito, el BCE indica que espera que las entidades de crédito “tengan en cuenta y reflejen en los precios de los préstamos todos los costes pertinentes, incluidas las consideraciones fiscales, cuando proceda”, y remite a las directrices sobre concesión y seguimiento de préstamos, donde se establece esta situación.
Con respecto a las negociaciones entre las asociaciones bancarias y el Gobierno para conseguir un pacto con medidas que refuercen la protección a deudores hipotecarios vulnerables, indicó que la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, está trabajando con el sector para lograr “un pacto equilibrado” y que “en no muchas semanas” podría estar cerrado.
Así, Calviño afirmó ayer que España seguirá adelante con el impuesto temporal a la banca pese al informe publicado por el Banco Central Europeo (BCE), aunque se abre a introducir “mejoras” durante el trámite parlamentario.
“Las cuestiones que suscita el BCE ya las habíamos analizado a la hora de diseñar el gravamen y ahora está atravesando el trámite parlamentario, en el que se podrán introducir todas las mejoras que considere adecuadas el Poder Legislativo de nuestro país”, apuntó la vicepresidenta primera en declaraciones a los medios de comunicación en la Embajada de España en Londres.