La instalación en las costas españolas de catorce gigavatios (GW) de potencia eólica marina destaparía un mayor ritmo de crecimiento en los puertos españoles, que podrían ver incrementado el tráfico portuario en más de un millón de toneladas.
Así se desprende de un análisis realizado por OIM, la división de Consultoría de Ocean Capital Partners, firma internacional con sede en Madrid especializada en el sector portuario, con arreglo a las necesidades del mercado.
Asimismo, solo la instalación de un gigavatio de potencia eólica marina hasta 2030 en las costas españolas supondría el movimiento de 72.092 toneladas adicionales en los puertos españoles. Además, abriría la puerta a la captación de capital destinado a la inversión, tanto pública como privada, en infraestructuras de nueva construcción y también a remodelar y renovar las ya existentes.
En la hoja de ruta del Gobierno para los puertos se contempla acometer una evaluación de las necesidades de las dotaciones portuarias, en las que se deberían emplear de 500 a 1.000 millones de euros para cubrir las nuevas necesidades logísticas, según cálculos del Ministerio para la Transición Ecológica.
Una de las ventajas reside en que la energía eólica marina también servirá para proporcionar electricidad a los puertos, todo ello en un momento clave de la implementación de la electrificación con la tecnología OPS (conexión del buque atracado en un puerto a una red general eléctrica) en la red española.
De hecho, de aquí a 2030, los puertos de la Unión Europea estarán obligados a tener instalada en sus muelles la infraestructura necesaria para que las embarcaciones se conecten a la red eléctrica.
El análisis concluye que España aspira a convertirse “en un referente europeo en la energía eólica marina”, debido a su experiencia en renovables, pero también gracias al avance tecnológico que conlleva la reciente introducción de estructuras flotantes.
Las previsiones apuntan a que en España se desarrollarán doce gigavatios de energía eólica (marina y terrestre) hasta 2027, según cálculos de WindEurope, una cifra que supondría un 12% de contribución respecto a toda la potencia instalada en la Unión Europea.
El impacto económico de esto, según los datos de la Asociación Empresarial Eólica, sería de 6.116 millones de euros de aportación directa al PIB en un escenario en el que un 75% de las actividades tengan lugar en España.
Adicionalmente, se sumarían otros 1.860 millones de euros relacionados con áreas como operación y mantenimiento o construcción de buques, por lo que la aportación del desarrollo de eólica marina supondría 9.581 millones de euros.
En cualquier caso, la presencia de instalaciones al servicio de parques eólicos marinos en la infraestructura portuaria española abarca múltiples retos, como la navegabilidad, maniobrabilidad, calados y canales de acceso; la superficie libre disponible en tierra; la limitación en altura de las edificaciones o la capacidad portante de los firmes; la maquinaria y equipamiento para la carga y desplazamiento de los elementos; el manejo y estiba de los componentes; o el encontrar modelos de financiación y búsqueda de ayudas estatales y europeas.