El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo bajó en 956 personas en febrero en Galicia, lo que supone un 0,66% menos que en el mes anterior, según datos publicados hoy por el Ministerio de Trabajo.
Esta cifra dista de la contabilizada a nivel nacional, ya que en el total de España el paro aumentó en 2.618 personas en el segundo mes del año, un 0,09% más que en enero.
En concreto, febrero cerró en Galicia con 144.092 desempleados, 10.417 menos que en el mismo mes de 2022, con lo que cae un 6,74% de forma anual. Este descenso es similar a la media nacional, donde el paro cayó un 6,45% en los últimos 12 meses, hasta 2,91 millones de desempleados, 200.669 menos que en febrero del ejercicio previo.
Todas las provincias gallegas registraron caídas en el número de parados con Pontevedra a la cabeza, donde el desempleo cayó en 354 personas, un 0,63% menos que en enero. En A Coruña, este dato fue de 335 personas (-0,57%), mientras que en Lugo bajó en 210 personas (-1,52%) y en Ourense, en 57 personas (-0,34%).
Entre otras cifras, el 58,3% de los parados gallegos era mujer y un 4,07% tenía menos de 25 años. Por sectores, 4.739 parados pertenecían a la agricultura (-70), mientras que 14.780 eran de la industria (-271) y 10.064, de la construcción (-83). El sector servicios aglutinó 102.581 parados en febrero en Galicia (-842) y 11.926 de los parados gallegos no tuvo un empleo anterior (+310).
A nivel nacional, el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo subió en 2.618 personas en febrero en relación al mes anterior (+0,09%) tras el fin de la campaña de rebajas e impulsado por el crecimiento del desempleo entre jóvenes, mujeres y extranjeros.
El Departamento que dirige Yolanda Díaz destacó que el “leve” repunte del desempleo registrado en febrero, de “apenas” un 0,1% en términos porcentuales, refleja “la tendencia de estabilidad en el mercado laboral”.
La Seguridad Social sumó en Galicia 5.086 afiliados de media en febrero, mientras que el número de parados inscritos en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en la comunidad descendió en 956 personas.
Según los datos publicados este jueves por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones el número de afiliados medios en Galicia se sitúa en 1.035.824; con una subida del 0,49% mensual y del 0,94% en los últimos doce meses.
En el conjunto de España el número total de afiliados asciende a 20.170.142, con una subida mensual algo menor que en Galicia, del 0,44% -apenas media décima- y muy superior en el último año, del 2,42%, casi el triple.
El colectivo en el que más descendió el paro en febrero ha vuelto a ser el de servicios, con 842 parados menos; seguido de la industria, (-271); la construcción (-83) y la agricultura (-70).
Los contratos indefinidos se aproximan ya al 40% (38,7%) y el número de beneficiarios de prestaciones se sitúa en 90.673, con un desembolso de 95,4 millones de euros, una media de 919,3 euros por persona.
En Galicia había el último día de febrero 1.006 trabajadores afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), de los que 345 lo estaban de modo parcial y el resto, 661, de forma total.
La Xunta señaló que el dato de paro de febrero es el más bajo desde que hay registros (1996) y valoró que el desempleo en Galicia baje mientras que en el conjunto de España subió.
La conselleira de Promoción do Emprego e Igualdad, María Jesús Lorenzana, destacó, además, que Galicia está creando empleo, ya que las nuevas afiliaciones contabilizadas el pasado mes “superan el número de personas que salen del paro”.
Por su parte, el sindicato CIG advirtió en un comunicado del “preocupante” avance que muestran los contratos fijos discontinuos y a tiempo parcial y destaca que “en un momento en el que los datos son positivos se evidencia mucho más la precariedad de la juventud”.
UGT Galicia, en cambio, sostiene que la reforma laboral está mejorando tanto la calidad como la cantidad del empleo en la comunidad y apunta que los datos de febrero muestran la “estabilidad” del mercado laboral después de un año de implantación de la reforma laboral.