El líder de Vox, Santiago Abascal, insistió ayer en que el PP tendrá que pactar con Vox en los territorios en los que no tiene mayoría absoluta, igual que hizo en la Comunidad Valenciana.
“¿Qué quiere?, ¿ir a elecciones?, ¿que se repita?”, preguntó en una entrevista en Telecinco, respecto a las reticencias de los populares para llegar a más acuerdos.
Abascal recordó que hay varias comunidades, como Murcia o Extremadura, en las que el PP no llega a la mayoría absoluta por sí solo y por tanto no puede actuar “como si Vox no existiera”. “Si el señor López Miras (el presidente de Murcia en funciones y candidato del PP) se niega a considerar el resultado de Vox y quiere actuar como si Vox no existiera, parece que el señor López Miras estaría dispuesto a ir a elecciones, no Vox”.
Así, subrayó que a él le parece “un disparate” esta postura y cree que PP y Vox tienen “la obligación” de entenderse y un “mandato claro” dado por los ciudadanos en las urnas. Pero dejó claro que su única línea roja es “el respeto” a sus votantes y por ello no harán “de coche escoba” del PP. “Al PP le faltan dos para la mayoría absoluta, a nosotros nos faltan 14. No la tenemos ninguno”, resumió sobre los resultados de Murcia.
En este sentido, señaló que Vox es “un partido nacional” que tiene el mismo criterio en toda España, pero el problema es que el PP “tiene muchos interlocutores y muchas diferencias” en función del territorio y eso dificulta las negociaciones.
En cualquier caso, explicó que los acuerdos alcanzados en la Comunidad Valenciana o en Castilla y León sirven para que los ciudadanos conozcan qué ofrecen y cuáles son sus bases “para la construcción de la alternativa” a los populares.
Vox tiene así “la mano tendida” y pide “respeto” a sus votantes, en función del resultado obtenido en las elecciones. Según recordó, su porcentaje de voto en la Comunidad Valenciana fue del 12%, mientras que en Murcia del 17,7%. “Hay sitios donde tenemos más fuerza y otros menos”, señaló.
De este modo, la presidenta del PP de Extremadura, María Guardiola, ofreció ayer a la ultraderecha que ostente la presidencia de la Asamblea de Extremadura, que se constituye hoy, a cambio de “libertad para la confección del gobierno” de la Junta.
Una propuesta rechazada por los representantes de Vox. Durante la reunión, la dirigente del PP extremeño ofreció a la extrema derecha un “acuerdo para la gobernabilidad y el cambio político en Extremadura”, formado por 15 puntos, y que Vox no aceptó, lo cual, a juicio del PP extremeño “supone impedir un Gobierno de cambio” por lo que confían en que “antepongan los intereses de Extremadura en el plazo que todavía tenemos hasta la constitución del Parlamento” hoy.
Mientras, el PSOE extremeño criticó ayer que a menos de 24 horas de la constitución de la Asamblea de Extremadura aún los ciudadanos no sepan qué va a ocurrir en la región y lamentó que PP y Vox lleven a cabo unas negociaciones de las que no trascendió absolutamente nada para el “reparto de sillones”.
“No sabemos ni tan siquiera las veces que se han reunido”, indicó Vega, tras precisar que “no lo saben ni ellos”, porque “unos dicen que se han reunido una vez; otros, dos veces”, sin que nadie sepa “qué está ocurriendo” .
En Murcia, el presidente en funciones, Fernando López Miras, volvió a mostrar su “mano tendida” a la ultraderecha para llegar a un acuerdo que le permita ser de nuevo el líder del Ejecutivo autonómico, aunque respetando el resultado de las elecciones que le dejaron a dos escaños de la mayoría absoluta y desvinculando la negociación en la Región con los pactos en otras comunidades.
López Miras quiso también “diferenciar” la situación en Murcia con lo ocurrido en otras comunidades dónde ya se produjo un pacto con Vox, como es la Comunidad Valenciana, recordando que en la Región no existe un gobierno alternativo, y la única alternativa es “el bloqueo”.
Por otra parte, la undécima legislatura de la democracia en Baleares echa a andar hoy con la constitución del Parlament, prevista a partir de las 11.00 horas, aunque al cierre de la edición no había un acuerdo para investir a la popular Marga Prohens como presidenta del Govern, pero sí acordaron otorgar a Vox la presidencia de la Mesa del Parlament, quedando la vicepresidencia primera y la secretaría primera para el PP.
El portavoz de la ultraderecha, Jorge Campos, sin embargo, pidió “prudencia” y “respeto” para todas las partes presentes en la mesa de negociación, el mismo día en el que anunció que no tomará posesión de su acta de diputado autonómico para encabezar la lista de su partido al Congreso por Baleares.