La amnistía centra la Diada mientras Ferraz admite que dialoga con Junts

La amnistía centra la Diada mientras Ferraz admite que dialoga con Junts
Miles de personas participan en la manifestación independentista convocada por la ANC | Enric Fontcuberta (efe)

Las reivindicaciones de amnistía y de un referéndum centraron los comentarios de los principales líderes soberanistas durante este lunes, en la que Cataluña celebró su Diada.
 

Conscientes de la situación de ventaja que les atribuye la aritmética parlamentaria, el independentismo dejó clara su intención de no apoyar a ningún candidato que no esté dispuesto a tramitar una ley de amnistía que la diputada de ERC en el Congreso Teresa Jordá da “por hecha”.
 

Lo dijo en un acto con militantes de ERC en Barcelona junto a la secretaria general del partido, Marta Vilalta, quien reivindicó la apuesta de su partido por el diálogo para lograr la independencia y celebró la oportunidad que ofrecen las negociaciones de investidura: “Se reafirma la vía política”.
 

Vilalta reiteró que sus condiciones para investir al candidato socialista, Pedro Sánchez, son una amnistía, un referéndum y mejorar el “bienestar” de los catalanes, y celebró la oportunidad de poder influir en la gobernabilidad de España junto a los nacionalistas vascos y gallegos.
 

La dirigente republicana ha llamado a aprovechar esta oportunidad y aseguró que ERC lleva cuatro años “picando piedra” para abrir una negociación en la que hasta ahora –dijo, en alusión velada a Junts– han estado solos.
 

Por su parte, el secretario general de JxCat, Jordi Turull, hizo un llamamiento a “no caer en la ingenuidad a la hora de negociar cualquier cosa” con el Estado, y advirtió de que Junts “no renunciará a nada”.
 

“Renunciar a la unilateralidad sería renunciar a la nación”, aseguró. Estas palabras llegan después de que el expresident Carles Puigdemont fijase las condiciones para iniciar una negociación de cara a una posible investidura de Pedro Sánchez, y, al respecto, Turull señaló que hay “conversaciones” con el PSOE pero aclaró que todavía “no se han sentado a una mesa” para “decir qué quieren” unos y otros.
 

Este extremo fue reconocido por el PSOE, que considera que las condiciones para una investidura del presidente del Gobierno en funciones Pedro Sánchez, expresadas por expresident fugado  son una posición “de máximos” y admiten que hay “conversaciones discretas” con su partido.
 

Así lo afirmó la vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, en una rueda de prensa desde la sede del partido en la calle Ferraz, después de la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal.

 

En las antípodas

A su juicio, las condiciones trasladadas por el expresidente Puigdemont, que reclamó una amnistía como condición para una investidura, son “de máximos” y se encuentran “en las antípodas” de lo que piensa el PSOE.
 

En los mismos términos se refirió a las declaraciones del actual president, Pere Aragonés, que dijo que la amnistía no era suficiente y subrayó la necesidad de llevar a cabo un referéndum de independencia.
A su juicio, las medidas “antirreepresivas” son “absolutamente necesarias, pero no suficientes”. “El conflicto no es sobre la amnistía, es sobre soberanía. El pueblo catalán es mayor de edad y tiene derecho a decidir su futuro. Abramos el camino hacia un referéndum definitivo, reconocido por la comunidad internacional”.
 

En esta misma línea fuentes socialistas apuntan que las formaciones independentistas tienen que cambiar de actitud porque en este momento están en posiciones de máximos y por tanto lo primero que deben comprobar desde el PSOE es si la voluntad de llegar a un acuerdo es auténtica y si existe una actitud real de negociación.
 

Además, sobre las probabilidades de éxito de la negociación y la posibilidad de que se repitan elecciones, las fuentes consultadas afirman que harán todo lo posible para evitarlas, pero no lo dan por hecho. “Vamos a evitarlo, si podemos”, trasladan.
 

Además, Montero indicó que estas posiciones del independentismo –cuyos votos son imprescindibles para hacer presidente a Sánchez– no pueden sorprender a nadie porque son las mismas que expresaron en el pasado, aunque reiteró que hay “espacio para el diálogo dentro de los límites constitucionales”.
Montero recordó que hoy se celebraba la Diada en Cataluña y por tanto “se intensifican los símbolos” y se llevan a cabo este tipo de declaraciones.
 

En este sentido, fuentes de la dirección socialista añaden que tanto las palabras de Aragonés como las de Puigdemont deben entenderse en el contexto de la Diada y forma parte de la liturgia y su parafernalia que llevan a cabo este día.
 

Puigdemont señaló este lunes que siempre existirá “la voluntad de los ejércitos borbónicos contemporáneos, hoy en forma de partidos constitucionalistas”, de impedir que Barcelona esté “dirigida por los que, con todos los matices y discrepancias, no habrían dudado a qué lado de las murallas se habrían situado el 11 de septiembre de 1714”.
 

La número dos del PSOE, por su parte, señaló que el partido “va a seguir con sus conversaciones discretas” y cuando tenga resultados para la investidura los comunicará. En todo caso señaló que por “higiene democrática” ahora es el turno del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, para que intente sumar una mayoría, aunque hizo hincapié en que a día de hoy cuenta con los mismos 172 apoyos que la noche del 23-J.
 

Sobre si ya se están produciendo conversaciones fuentes socialistas admiten que no pueden quedarse quietos, de brazos cruzados y por tanto tratarán de allanar en lo posible el camino para que se produzca la investidura. Señalan además que se producen contactos permanentemente con todas las formaciones políticas.
 

Ante esta situación  Feijóo, afirmó este lunes que prefiere poder “mirar a los ojos” a sus votantes desde la oposición a “bajar la cabeza para entrar en la Moncloa”, un camino este último que es “fácil de elegir” pero no considera que sea de recibo. 
 

Ante la Junta Directiva Nacional, el presidente de los populares subrayó que España necesita “desbloquearse” con un gobierno de “vocación, ambición y determinación” y reiteró que elige pagar el precio de un no a su investidura para defender este “gobierno de rigor”, a un sí a un gobierno de “desigualdad”. 
 

Feijóo, que sigue sin tener respaldo suficiente para ser elegido presidente, remarcó ante sus dirigentes y barones que los españoles votaron al PP para defender los valores constitucionales. 
 

“Entremos en la oposición o en el gobierno, somos el PP, un partido constitucionalista, de estado, los españoles pueden confiar”, ha dicho el líder popular, tras repetir en varias ocasiones que “ahora o pronto” va a llegar a gobernar el país porque “con toda seguridad” ya se ha iniciado este camino.

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