El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, se mostró confiado ayer en que la ley de amnistía tenga “luz verde” esta semana; “cada día que pasa sin amnistía es un día más con represión. No se puede demorar en el tiempo”, dijo.
Aragonés compareció en la galería gótica del Palau de la Generalitat ayer junto al ministro-presidente de Flandes (Bélgica), Jan Jambon, con el que se reunió durante la mañana en la sede del gobierno catalán.
En declaraciones a la prensa, Aragonés señaló que si la ley de amnistía se hubiese aprobado hace unas semanas “no habría ni empezado el juicio del próximo 10 de abril contra Josep Maria Jové, Natália Garriga y Lluís Salvadó” por la organización del 1-O. “Pero estas personas tendrán que sentarse en el banquillo por su compromiso con la libertad de Cataluña”, apuntó el president.
La Fiscalía pide siete años de cárcel para Jové y seis y tres meses para Lluís Salvadó, actual presidente del Puerto de Barcelona, por el 1-O, al aplicarles la modalidad agravada de malversación, además de prevaricación y desobediencia.
Jové, quien fue secretario de Vicepresidencia con Oriol Junqueras, se expone también a una pena de 32 años de inhabilitación y 30.000 euros de multa, mientras que Salvadó, exsecretario de Hacienda, afronta 27 años y tres meses de inhabilitación y multa de 24.000 euros.
Aragonés sostuvo, asimismo, que la ley de amnistía “es tan importante que está por encima de acontecimientos políticos como las elecciones gallegas” . “Tiene relevancia para ser aprobada por sí sola”, resolvió.
Preguntado por los contactos entre el PP y JxCat y la supuesta predisposición de los populares a indultar a Carles Puigdemont, Aragonés respondió: “El PP lo que debería hacer si quiere encarar con honestidad el futuro de Cataluña es dar apoyo a la ley de amnistía”.
“Es una ley sólida, robusta. Si el PP dice que algún día habrá que entrar en una etapa de soluciones ya lo puede hacer ahora dando apoyo a la ley de amnistía”, resolvió.