El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se enfrentan el próximo martes en el Senado en el que será su sexto cara a cara desde que el senador gallego asumió el liderazgo del PP, en una cita que supone el pistoletazo de salida de un intenso año electoral.

Formalmente, se trata de una comparecencia extraordinaria solicitada por Sánchez para informar, a partir de las cuatro de la tarde, sobre las medidas del Gobierno para hacer frente a las "consecuencias económicas y sociales" de la guerra de Ucrania "y el papel de las administraciones".

El enunciado es muy similar al que justificó su intervención de la semana pasada ante el pleno del Congreso, donde el presidente también informó del último Consejo Europeo, pero a ningún grupo se le escapa la fuerte carga electoral de la cita de este martes en la Cámara Alta, más allá de las repercusiones de la invasión de Ucrania.

Por lo pronto, Sánchez pretende seguir contrastando directa y públicamente con Feijóo las políticas que está impulsando el Ejecutivo ante la crisis derivada de Ucrania con la falta de proyecto que cree que evidencia el PP, al que algunas encuestas sitúan incluso por encima del PSOE en estimación de voto.

"Cuantos más debates cara a cara haya entre ellos, más se percatarán los ciudadanos de que se confronta el compromiso con la nada, las soluciones a problemas reales con el ruido y la defensa de intereses partidistas que no desean precisamente el bien de España", señalan a EFE fuentes de Moncloa.

Por eso creen que el Senado es "el mejor escaparate" para demostrarlo y afirman que Sánchez insistirá en comparar dos modelos radicalmente distintos.

Y lo hará, recuerdan, cuando los pensionistas ya han cobrado sus prestaciones con un 8,5 % de subida, un ejemplo de lo que suponen las políticas del Gobierno frente a las que el PP puso en práctica desde el Ejecutivo.

Además, el viernes se conocieron los datos del INE sobre el crecimiento de la economía española en 2022, un 5,5 % que supera incluso las propias previsiones del Gobierno, un buen dato que el jefe del Ejecutivo podrá exhibir en el debate.

El PP de Feijóo llega a este nuevo cara a cara con la maquinaria electoral a pleno rendimiento tras haber celebrado varios actos de precampaña en los que el partido se ha comprometido a hacer frente a la "amnesia" y la "anestesia" que a su juicio Sánchez pretende inocular a los españoles a través de "propaganda" y "chequera".

Feijóo recuerda en cada una de sus intervenciones que España está a la cola en Europa en recuperación del crecimiento, y así lo recordaron desde su partido tras conocer el dato del PIB de 2022.

El PP también está dando la batalla contra la rebaja de penas por la entrada en vigor de la ley del sí es sí y busca agitar la calle con manifestaciones como la convocada el miércoles por Nuevas Generaciones.

Los populares también aluden habitualmente a la reforma del Código Penal que suprimió el delito de sedición y abarató el castigo de la malversación, para denunciar tanto las promesas incumplidas del presidente como sus alianzas parlamentarias con ERC o EH Bildu, que el PP considera ilegítimas, algo que seguramente volverá a salir en el pleno del Senado.

En los últimos días Feijóo también ha reiterado su petición de que Gobierne el partido más votado.

Propone reformar la ley para que así sea en los ayuntamientos y emplaza a que el PSOE se comprometa a dejarle gobernar si gana las elecciones generales, algo que el líder del PP estaría dispuesto a hacer si Sánchez fuese el vencedor.

Eso sí, el debate plenario del martes, el primero que celebra este año el Senado, con carácter extraordinario, también dará oportunidad a los demás grupos de la Cámara Alta a confrontar con Pedro Sánchez.

Además del grupo socialista y el popular, en el Senado hay seis grupos más: el que comparten ERC y EH Bildu, el del PNV, el Nacionalista (JxCAT y CC), Izquierda Confederal, el Democrático y el Mixto, donde Vox cuenta con tres escaños.