Una persistente llovizna ha marcado la llegada del presidente, Pedro Sánchez, con ocho ministros, que han recibido al canciller, Olaf Scholz, con otros siete miembros de su gabinete.
Todo en una tarde gris en la que varias decenas de personas han esperado la llegada de las autoridades, algunas al grito de 'presidente, presidente' y otras al de 'fuera, fuera', en unos cánticos que apenas han destacado.
Al fondo de la dársena coruñesa, en uno de los edificios de Puerta Real, una decena de activistas de Greenpeace han descolgado una pancarta con el siguiente mensaje: 'El dinero del MidCat, para renovables justas ya'.
Los máximos mandatarios español y alemán han saludado a las autoridades locales, han escuchado los himnos interpretados por el personal militar del Mando de Apoyo a la Maniobra y han pasado revista a las tropas antes de la foto de familia.
La vicepresidenta segunda, la gallega Yolanda Díaz, ha tenido muestras de cariño para numerosos periodistas, con los que ha conversado acerca de su etapa en la política de la Comunidad.
Su cercanía también se ha manifestado posteriormente durante la firma de un acuerdo con el ministro de Trabajo alemán, Hubertus Heil, que también se ha mostrado próximo a Díaz.
La ciudad sumaba varios días de preparación para la cumbre, para lo que Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local se han coordinado para extremar la seguridad.
Más de un millar de agentes, entre los operativos habituales y el refuerzo, han participado en un dispositivo que empezó ya con el inicio de los viajes de los dos gabinetes y continúa hasta que regresen.
En el centro de la ciudad la circulación ha estado restringida por la cumbre, lo que ha generado importantes retenciones de tráfico, y también se ha limitado la circulación de personas, con cambios incluso en el transporte público.
Todo para la celebración de la XXV Cumbre Hispano-Alemana, que el presidente Sánchez espera repetir pronto, según le ha manifestado al propio Scholz en la rueda de prensa posterior.
Sánchez ha subrayado las "relaciones tan estrechas, la buena sintonía y la complicidad tan profunda" entre ambos estados, que cree que ha brillado en una tarde gris.
Como también lo cree Scholz, que ha incidido en el buen entendimiento mostrado y el trabajo conjunto realizado por los dos gabinetes.
Tras la recepción hubo reuniones bilaterales entre los ministros españoles y sus homólogos alemanes, antes de un plenario ya con Sánchez y Scholz, que mantuvieron un encuentro por separado.
Fueron varias horas de encierro en el Palacio de Exposiciones y Congresos de A Coruña, pero han visto la firma de dos acuerdos en materia de empleo y de formación.
Un broche a una tarde que el presidente y el canciller esperan que sea la primera de muchas.