El avión medicalizado enviado por el Ministerio de Defensa para repatriar desde Tailandia al turista vasco gravemente enfermo Alexander García ha llegado esta tarde al aeropuerto de Bilbao, desde donde una ambulancia le ha trasladado al hospital de Cruces.
Tras una compleja operación de evacuación, el paciente, que se encontraba ingresado desde hace más de un mes en estado crítico en un hospital de Bangkok aquejado de una pancreatitis necrotizante, ha sido traslado al hospital vizcaíno de Cruces por decisión de su familia, al ser el centro más cercano al aeropuerto de Loiu.
El avión militar que le ha repatriado, en el que han viajado la madre y la cuñada del enfermo, ha llegado sobre las 18:20 horas al aeropuerto vizcaíno tras un vuelo de unas doce horas de duración.
Una ambulancia de Soporte Vital Avanzado de Osakidetza (Servicio Vasco de Salud) con un equipo médico especializado ha esperado al enfermo a pie de pista, donde ha recibido de primera mano la información sobre su estado y se ha hecho cargo de él para su traslado al hospital.
La delegada del Gobierno en el País Vasco, Marisol Garmendia, ha destacado el "éxito" con el que ha culminado la repatriación y, tras agradecer la labor de los equipos que han intervenido en la operación, ha indicado que ahora queda que "Alex se restablezca lo antes posible al lado de su familia".
El avión de la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER) del Ejército del Aire y del Espacio que le ha evacuado partió en la tarde del viernes de la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) rumbo a Bangkok con 24 personas a bordo, entre ellas cinco médicos y cuatro enfermeros militares.
Está previsto que la titular del Ministerio de Defensa, Margarita Robles, reciba hoy a las 20:00 horas en la base aérea de Torrejón a la Unidad Médica de Aeroevacuación (Umaer) del Ejército del Aire y del Espacio, después de que el avión haya dejado al enfermo en Bilbao y haya concluido una "aeroevacuación muy difícil", según palabras de la propia ministra.
Alexander García, de 36 años, ya intentó retornar a España por otros medios en dos ocasiones sin éxito, ante lo cual su familia pidió ayuda al Gobierno español por el peligro de muerte inminente, según los médicos.
El joven estuvo ingresado en la UCI del Hospital Samitivej de Bangkok (Tailandia), país al que se desplazó hace más de un mes junto a su mujer, después de que, antes de viajar, el médico que le atendió en España le dijera que las molestias que sufría eran debidas a "gases" y que no tenía "nada".
Una vez en el país asiático, donde la pareja acudió con una póliza de seguros, el hombre comenzó a "sentirse mal", por lo que fue hospitalizado con una "pancreatitis necrotizante de origen biliar a un 30 %", según relató a EFE su prima y portavoz de la familia, Janire Galas.
Transcurrido un mes, el seguro hizo un primer intento de repatriación a través de una línea aérea regular, acompañado por un médico, aunque el viaje se frustró porque, al ir a embarcar, el piloto no lo permitió debido a que estaba "vomitando", tras lo que ingresó en un segundo hospital, el Samitivej de Bangkok, donde además le detectaron una neumonía entre otras complicaciones.
Su situación fue "empeorando", hasta que sufrió un "paro cardíaco" que obligó a intubarlo y los parientes contactaron con la aseguradora para pedir que fuera repatriado en una ambulancia aérea, a lo que la compañía respondió que esta posibilidad "no se contemplaba en la póliza", a pesar de que, según Galas, en este documento aparece un apartado con la frase "repatriación ilimitada".
Finalmente, ante el "empeoramiento" de la situación, la familia hizo el "esfuerzo" de contratar una ambulancia aérea privada con dos médicos que fueron a Tailandia a ver al enfermo.
El afectado llegó al aeropuerto, donde los encargados del segundo intento privado de repatriación le hicieron un chequeo que determinó que necesitaba 30 litros de oxígeno, cuando el informe del hospital reflejaba que precisaba cuatro, por lo que decidieron romper el contrato, no trasladarlo y devolverlo al hospital.
Posteriormente, los allegados del enfermo recibieron un informe del hospital en el que se les aclara que aún es posible que el enfermo sea repatriado si se hace en un avión medicalizado, si bien se les advierte de que debería de "volar ya" y que debería hacerlo "lo más rápido que se pueda porque hay riesgo de hemorragia interna severa".
El informe advierte asimismo de que la pancreatitis necrotizante aumentó "del 30 % al 50 %" y de que "los antibióticos que están usando ya no le hacen nada".
Ante esta situación, la familia pidió la repatriación a través de la Unidad Médica de Aeroevacuación del Ejército del Aire.