La juez que investiga a los mossos d'esquadra detenidos por facilitar la huida del expresidente catalán Carles Puigdemont, tras su fugaz regreso a Barcelona el pasado mes de agosto, ha descartado interrogar como testigos a la antigua cúpula de la policía catalana, entre ellos a su exjefe Eduard Sallent.
Jordi R., uno de los tres mossos d'esquadra que fueron detenidos el pasado mes de agosto por ayudar a la huida de Puigdemont, ha comparecido este miércoles como investigado por un delito de encubrimiento ante la titular del juzgado de instrucción número 24 de Barcelona, aunque se ha acogido a su derecho a no declarar.
El motivo, según ha explicado su abogado, Cèsar Lagonigro, es que está pendiente del recurso que ha presentado contra la negativa de la jueza de instrucción a interrogar a Sallent y a quienes formaban parte de la cúpula de Mossos el pasado mes de agosto para que den explicaciones sobre el dispositivo policial desplegado el día en que regresó Puigdemont y Salvador Illa fue investido presidente de la Generalitat.
La defensa del agente, que ha recurrido la decisión de la jueza instructora ante la Audiencia de Barcelona, quiere que la antigua cúpula de los Mossos aclare los motivos por los que se diseñó el dispositivo policial que Puigdemont logró burlar, camuflado entre la multitud que se concentró para seguir su breve intervención en un escenario montado por la ANC en el paseo Lluís Companys, a apenas metros del Parlament, antes de que se iniciara el pleno de investidura.
En concreto, el abogado quiere saber si el dispositivo pretendía garantizar la seguridad en los alrededores del Parlament con motivo de la investidura de Illa o si se diseñó con el objetivo de detener a Puigdemont e impedir así que este pudiera irrumpir en la cámara catalana, siete años después de que se marchara a Bélgica para eludir a la justicia española en la causa del 'procés'.
La defensa del agente también pide que la jueza requiera a los Mossos d'Esquadra, la Policía Nacional y la Guardia Urbana las órdenes concretas que se dieron a los agentes el pasado 8 de agosto, con motivo de la investidura de Illa y el anunciado regreso de Carles Puigdemont.
La línea de defensa de Lagonigro es que el agente, detenido porque el coche en el que Puigdemont abandonó el paseo Lluís Companys tras su breve intervención ante sus fieles estaba a su nombre, hacía dos años que se había intercambiado el vehículo con una amiga, que precisamente es la que conducía el turismo al que se subió el expresidente catalán.
Durante ese tiempo, no obstante, no se formalizó el cambio de titularidad del vehículo en el que huyó Puigdemont -un Honda blanco-, mantiene la defensa, que critica que los Mossos d'Esquadra detuvieran al agente sin llevar a cabo las comprobaciones oportunas sobre la propiedad del coche.
Además, el abogado ha insistido en que el agente, que ha sido expedientado a raíz de su imputación, no tuvo participación alguna en la huida de Puigdemont y llevaba dos años de baja cuando ocurrieron los hechos.
El mosso imputado se ha acogido además a su derecho a no declarar porque, según su abogado, no se les ha dado traslado de toda la causa.
La titular de instrucción número 24 de Barcelona ha asumido la investigación sobre el papel de los mossos d'esquadra investigados por facilitar la huida de Puigdemont, a la que debe decidir si acumula las distintas querellas presentadas contra la cúpula de Mossos d'Esquadra, entre ellas la que interpuso el eurodiputado Alvise Pérez.