El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, aseguró ayer en Córdoba, en relación a la propuesta de España y la Comisión Europea para hacer de Gibraltar y el Campo de Gibraltar una zona de prosperidad compartida, que “la pelota se encuentra en el tejado del Reino Unido”. “Nosotros pusimos encima de la mesa un acuerdo global para construir una zona de prosperidad compartida entre Gibraltar y el Campo de Gibraltar”, señaló, aunque matizó que “para que haya un acuerdo, no solo está la propuesta española, sino que tiene que haber la aceptación del Reino Unido, por lo tanto la pelota se encuentra en su tejado”.
Pese a ello, el titular de Exteriores, que se reunió con representantes del Instituto Halal y mostró su apoyo al candidato del PSOE en Córdoba, Antonio Hurtado, aseveró que constató “desde el principio el espíritu constructivo del Reino Unido para también construir esa zona de prosperidad compartida”. En esta línea, mostró su esperanza de que “sea lo antes posible, estamos listos para el acuerdo, pero para que haya un acuerdo se necesitan dos”.
La propuesta, presentada por el propio José Manuel Albares el pasado noviembre a autoridades locales y autonómicas con competencias en el Campo de Gibraltar, tiene como objetivo el establecimiento de un nuevo marco jurídico que siente las bases de una relación estable entre España y la Unión Europea, por un lado, y el territorio de Gibraltar, a través del Reino Unido, por otro. El texto remitido al Reino Unido diseña una propuesta global que incluye disposiciones sobre la movilidad de personas, con el objetivo de la supresión de la Verja y garantizar así la plena fluidez del tránsito de personas, según informó en su día el Gobierno.
Esto exige que España pase a controlar, en nombre de Schengen, las fronteras exteriores de Gibraltar y que, para ello, pueda ejercer determinadas funciones y competencias, necesarias para proteger la integridad y seguridad del espacio Schengen, así como garantizar la libertad de movimiento de bienes entre la Unión Europea y Gibraltar, sin que ello incremente los riesgos para el mercado interior comunitario.