Joan Rigol, sacerdote en sus orígenes y figura esencial de la democracia cristiana en Cataluña años más tarde, presidió el Parlament entre 1999 y 2003, abrazó las tesis independentistas desde el inicio del 'procés' y, en momentos puntuales, se ofreció a jugar un singular papel de mediador.

Fallecido este martes a los 81 años, Joan Rigol i Roig nació en Torrelles de Llobregat (Barcelona) el 4 de abril de 1943 y fue un político democristiano ligado históricamente a Unió Democràtica de Catalunya, con una larga trayectoria en la política, si bien inicialmente desarrolló su actividad profesional en el mundo empresarial.

De sólidas convicciones religiosas, Rigol fue ordenado sacerdote, aunque posteriormente se secularizó y cursó estudios empresariales, llegando a ser máster en ESADE (Administración y Dirección de Empresas) y miembro del Instituto Español de Analistas de Inversiones.

También fue doctor en teología por la Facultad de Teología de Cataluña y doctor en filosofía por la Facultad de Filosofía de la Universidad Ramon Llull.

Entre 1977 y 1980, fue secretario general de la patronal PIMEC (Pequeña y Mediana Empresa de Cataluña), pero su vocación política ya se había manifestado previamente y, en el año 1976, ingresó como militante en Unió Democràtica, formación de ideología democristiana y nacionalista, en la que más de una vez chocó con los planteamientos de su líder, Josep Antoni Duran Lleida.

Desde el restablecimiento de la democracia, Rigol tuvo presencia en diferentes instituciones, siempre en representación de CiU.

Formó parte del primer gobierno autonómico presidido por Jordi Pujol, al ser nombrado primero conseller de Trabajo (1980-1984), cargo desde el que promovió el diálogo entre patronal y sindicatos.

En la siguiente legislatura pasó a ocuparse de la cartera de Cultura, aunque por poco tiempo (1984-1985), un periodo en el que impulsó un pacto cultural con el conjunto de fuerzas políticas.

En 1988 fue elegido diputado de CiU en el Parlament y en 1999, coincidiendo con el inicio del último mandato de Jordi Pujol como president, fue nombrado presidente de la cámara catalana, el cargo institucional de mayor relieve que ostentó y que mantuvo hasta 2003.

Como presidente del Parlament impulsó una renovación de su funcionamiento interno, aunque en junio de 2003 fue el protagonista involuntario de una polémica anécdota: mientras presidía un pleno, sin darse cuenta de que su micrófono estaba abierto, afirmó que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado le parecían "animales".

Rigol se disculpó de forma inmediata por este comentario y, días más tarde, quiso expresar personalmente sus disculpas a la entonces delegada del Gobierno en Cataluña, Julia García-Valdecasas, así como ante los representantes de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

Su carrera política también pasó por Madrid, donde fue diputado en el Congreso, aunque de manera fugaz, entre 1979 y 1980.

Años después, en 1993, fue nombrado senador en representación del Parlamento catalán y llegó a ser vicepresidente primero de la cámara alta entre 1996 y 1999.

En 2003 se retiró de la primera línea política e inició una nueva etapa: en 2005 fue designado presidente del patronato de la basílica de la Sagrada Familia, cargo del cual dimitió en 2011, aunque ese mismo año fue nombrado presidente de la comisión ejecutiva del Patronato de la Montaña de Montserrat.

El auge del 'procés' lo llevó de nuevo a la escena política: en septiembre de 2013 presentó públicamente el manifiesto del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, que él mismo redactó a petición del expresidente de la Generalitat Artur Mas y que recogía una propuesta surgida del Parlament en la que se reivindicaba "el derecho de los catalanes a decidir libremente su futuro".

Como coordinador del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, procuró mediar entre todas las sensibilidades adheridas a este foro, que incluía a partidos favorables a un referéndum, además de fuerzas sindicales y patronales y una larga lista de entidades sociales.

Rigol fue uno de los integrantes del sector crítico de Unió partidario de la independencia de Cataluña, lo que provocó profundos desacuerdos con el sector oficialista y, especialmente, con Duran Lleida.

Las discrepancias con Duran y la ruptura de la federación de CiU llevaron a Rigol a darse de baja como militante de Unió en junio de 2015, y aquel mismo mes expresó su apoyo a Mas y al objetivo de celebrar las elecciones "plebiscitarias" el 27 de septiembre.

En esas elecciones del 27S de 2015, Rigol cerró simbólicamente la lista electoral de la coalición Junts pel Sí, junto a otros dos expresidentes del Parlament, Ernest Benach y Núria de Gispert.

Fue uno de los fundadores de la plataforma Hereus UDC 1931 que dio pie en julio de 2015 a la creación de Demòcrates de Catalunya, partido integrado principalmente por exmilitantes independentistas de Unió y del que Rigol fue presidente hasta octubre de 2016.

Desde un plano más discreto, Rigol intentó mediar entre el gobierno de Mariano Rajoy y el ejecutivo de Artur Mas a fin de que pudiera celebrarse la consulta del 9N de 2014.

Rigol, que en 2019 recibió la Cruz de Sant Jordi de la Generalitat, escribió numerosos libros, como "Crisis y país" (1984), "Pueblo y consciencia nacional (1986)", "Propuestas y reflexiones para el catalanismo político" (1989), "Política y comunidad: mi nacionalismo" (1996) y "Caminos de diálogo" (2003).