La Xunta de Portavoces de la Cámara gallega ha avanzado este jueves en la preparación del debate de investidura, que comenzará el próximo 9 de abril, con críticas del BNG y del PSdeG por la "parálisis" en la puesta en marcha del nuevo gobierno.
Los grupos con representación en el Legislativo gallego han dado luz verde la organización y a los tiempos en los que se dividirá la sesión, que empezará a las 09.30 horas del próximo martes con la intervención del presidente en funciones y candidato popular.
Transcurridas 48 horas desde su discurso, será el turno de réplica de los portavoces de los grupos, que tendrán 35 minutos para dar su postura sobre lo pronunciado por Rueda -cuya duración no está limitada-, como así marca el reglamento del Legislativo gallego. Una vez celebrada la votación, el presidente del Parlamento, Miguel Santalices, dará trasladado de la elección al Rey, para que el sábado 13 de abril tenga lugar la toma de posesión.
En la rueda de prensa posterior a la reunión, el diputado de Democracia Ourensana, Armando Ojea, ha criticado que se limite el tiempo de los portavoces a 35 minutos al considerar que no es suficiente para tomar en consideración todos los asuntos que pueda abordar el candidato. Además, ha aprovechado para mostrar su malestar por la ubicación que finalmente tendrá su escaño en el Hemiciclo, al situarse en la última fila.
Por su parte, la viceportavoz del Grupo Socialista, Elena Espinosa, ha tachado de "broma de mal gusto" que tres millones de gallegos y gallegas tengan que esperar "casi dos meses" con el gobierno en funciones por la "agenda social" del PP.
La socialista, que ha asegurado que en el debate se podrán contrastar las propuestas de Rueda con el proyecto alternativo de Besteiro, ha lamentado esta "espera innecesaria" para que la toma de posesión "no coincidiese con la boda de un alto dirigente del PP de Madrid", además de que la propia ronda de consultas del presidente del Parlamento para proponer al candidato a la Presidencia a la Xunta se viese condicionada por la coincidencia con un acto interno del PP en la capital estatal.
"Los gallegos no tenemos por qué asistir a estas ceremonias particulares", ha dicho para exigir "respeto" tras referirse a la "calma chicha" que inunda al PP y al Gobierno gallego tras las elecciones. Además, ha sostenido que las "prisas de ayer" no tienen nada que ver "con la calma de hoy", en alusión al adelanto electoral y a la celeridad con la que la Xunta "comprometió 500 millones de euros del presupuesto en precampaña" en "una actuación cuestionable". Así, ha recordado las subidas salariales al personal sanitario, las subvenciones a las mariscadoras o el adelanto del pago de las pensiones no contributivas".
El parlamentario del BNG Luis Bará ha trasladado la "preocupación" de su formación por la "situación de 'stand by' y parálisis" en la creación del nuevo gobierno tras "dos meses" desde la celebración de las elecciones, con un ejecutivo en funciones.
Para el nacionalista, esta situación "no solo tiene que ver con el vodevil de la boda" del alcalde de Madrid, sino que también se debe a que el popular Alfonso Rueda "estaba esperando a pedir permiso" a la dirección estatal del PP para "hacer el nuevo gobierno" y "conectar el mando a distancia".
El diputado nacionalista se ha mostrado convencido de que, pese a las "especulaciones", en el nuevo ejecutivo autonómico "va a haber muchos cambios de carteras pero pocos de personas" en una "operación de camuflaje" para tratar de tapar el "estrepitoso fracaso" en las políticas de medio rural, medio ambiente, vivienda, educación, sanidad, movilidad y transporte.
"Lo que vemos es que Rueda propone una huída hacia delante preocupante porque supone pisar el acelerador a fondo en un plan que ya venía de la época de Feijóo y que podemos denominar como la privatización de la Xunta y la subordinación absoluta del gobierno de la Xunta a intereses económicos", ha indicado en una intervención en la que ha advertido de la "puñalada en el corazón" de Galicia que supondría el proyecto de Altri.
Enfrente, el portavoz del Grupo Popular, Alberto Pazos, ha afirmado que el debate de investidura que se celebrará la próxima semana permitirá confirmar, "una vez más", que el "único proyecto serio y solvente" para la Galicia del futuro es el de Alfonso Rueda y del Partido Popular, capaz de mantener la estabilidad política de la que goza Galicia.
"Enfrente ya estamos viendo lo que hay: un BNG ansioso de novedades y presentando propuestas antiguas y totalmente desfasadas; y por la parte socialista y a falta de mejores ideas, vuelven a tirar de su comodín; el rescate de la memoria histórica y su aplicación en Galicia, una cuestión que es competencia estatal y en la que el Gobierno gallego está siendo totalmente colaborador y para la que se necesitan inversiones que el Gobierno de Sánchez no pone encima de la mesa", ha dicho.
El dirigente popular ha sostenido que Rueda saldrá elegido Presidente de la Xunta "gracias al apoyo del Grupo Popular y de los miles de gallegos que el pasado 18 de febrero volvieron a confiar en el PPdeG y en el proyecto encabezado" por el actual presidente en funciones "para los próximos cuatro años".