Las consecuencias de un apagón informático global provocado por la actualización del programa de ciberseguridad CrowdStrike, proveedor de Microsoft, se dejaron sentir en Galicia. Aunque la normalidad en los centros sanitarios gallegos de la red pública se recuperó a lo largo de la mañana, los retrasos en vuelos en los aeropuertos se sucedieron durante toda la jornada.
Fuentes sanitarias explicaron que en el Servicio Galego de Saúde (Sergas) la afectación fue “puntual” en hospitales y centros de salud. Además, algunos servicios que se vieron afectados, como el 061, operaban con normalidad desde el mediodía.
Varios servicios sanitarios autonómicos se vieron afectados en mayor o menor medida por el fallo aunque en la sanidad no se reportaron problemas graves y se fueron solucionando a lo largo de la mañana.
Cataluña, País Vasco, Aragón o Castilla-La Mancha registraron incidencias en los sistemas informáticos de sus administraciones y, en el caso de la Sanidad, se centraron especialmente en los programas de gestión de citas y atención telefónica, mientras que apenas afectaron a las consultas o las pruebas médicas.
El fallo informático también afectó a los sistemas y servicios de grandes compañías en todo el mundo, entre ellas Aena. Los retrasos en las salidas y llegadas de algunos vuelos en los aeropuertos gallegos fueron comparativamente inferiores a los registrados en otros de España con mayor tráfico aéreo.
En los aeropuertos de A Coruña y Vigo se sufrieron pequeños retrasos de 15 a 20 minutos en algunos vuelos, mientras que en el de Santiago, de mayor tráfico, llegó en algún caso a ser de una hora, precisaron fuentes de Aena.
Añadieron que en el aeropuerto de la capital gallega hubo también una cancelación del vuelo de Zúrich, pero señalaron que no pueden precisar las causas exactas y si fue consecuencia del fallo informático.
El problema de actualización de la empresa de seguridad cibernética también provocó la caída en empresas del sector energético o del bancario. Iberdrola indicó que el apagón afectó a algunos de sus empleados de “manera leve”, pero ni a negocios ni a clientes y que ha “monitorizado” el problema desde la mañana.
De igual forma, Abanca reconoció que se vio afectada por el fallo informático, pero estaba en “vías de solucionarlo” desde primera hora.
Por su parte, la operadora R explicó que no tenía constancia de que el fallo informático afectase directamente a la compañía. Además, fuentes de la operadora sostuvieron que no se vieron interrumpidas ni las telecomunicaciones fijas ni móviles por el apagón de Microsoft, por lo que “se debe a otras razones” que clientes suyos sufrieran algún tipo de incidencias.