Los presupuestos gallegos para 2023 superaron este lunes su primer examen parlamentario con solo los votos del PPdeG, que rechazó las enmiendas a la totalidad de la oposición con las que pedía la devolución de estas cuentas que consideran “decepcionantes” e “insolidarias”.
Tanto BNG como PSdeG creen que no son los adecuados para afrontar la crisis económicas, mientras que el conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, defendió todas las previsiones y cifras, aunque admitió que es “posible” una variación, y dijo no atender la “moción de censura absoluta” de la oposición los presupuestos.
Más allá de las enmiendas a la totalidad debatidas y votadas por la mañana, que implican la devolución del proyecto presupuestario o de alguna de sus secciones, Corgos también criticó las que se debatieron por la tarde, que implicaban cambios en la cuantía global o transfieren créditos entre secciones, que considera “difíciles de implementar porque están mal construidas”.
Corgos defendió la política fiscal del Gobierno gallego y sobre todo la rebaja del impuesto de patrimonio, que calificó como “obsoleto”, ante las críticas de la oposición, que planteó diversas alternativas para usar los 34 millones de euros en lugar de dejar de recaudarlos por la rebaja de esta tasa un 50% en dos años.
Mientras, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, cargó contra los presupuestos de la Xunta, que ve “insolidarios e insolventes” y considera el “retrato” de un Gobierno gallego “sin corazón, al que no le importa nada el sufrimiento de la personas que lo están pasando muy mal” por la crisis.
Durante su intervención, acusó a la Xunta de estar desconectada de la realidad que afecta a los ciudadanos y sacó en el atril una botella de leche y otra de aceite para preguntar a los miembros del Ejecutivo gallego si conocen el precio de estos productos básicos, a lo que ha respondido que entre un 28 y un 25% mientras que los salarios “por debajo del 4%” de media.
Para el portavoz socialista, Luis Álvarez, también son unas cuentas “decepcionantes” que no protegen a la ciudadanía en un momento de dificultades por la inflación. Por eso, lamentó que pese a estar en un año con un importante incremento de recursos, la Xunta no aprovechó esta mayor disponibilidad de fondos para establecer “las medidas de protección que necesita la ciudadanía, fundamentalmente la más vulnerable”.
El portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, defendió los presupuestos de la Xunta, frente a la “incerteza” que suponen las enmiendas de devolución de la oposición, que implicarían prorrogar los de este año y contar, por lo tanto, con 1.000 millones de euros menos para 2023.
Así descartó las críticas del BNG como “poco solventes” y argumentó que “en ningún manual de hacienda existe la manifestación en la calle como método para combatir la inflación”, en referencia a la movilización convocada para diciembre por los nacionalistas ante la crisis de precios.
La anécdota de la jornada vino de la mano de la inteligencia artificial, cuando la voz de la asistente Siri sonó desde el escaño del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, para responder con su clásico “lo siento, no puedo ayudarte con eso” a alguna petición desconocida, durante la intervención de Luis Álvarez.