Antonio Martín Marugán, el interventor del Alvia siniestrado el 24 de julio de 2013 en Santiago, ha contado este miércoles en el juicio que en el momento en que llamó al maquinista y acusado, Francisco José Garzón Amo, justo antes del accidente, no sabía si estaban en una recta o pasando por una curva.
"Yo en ese momento no sabía a ciencia cierta en qué punto kilométrico estaba", ha dicho al fiscal Mario Piñeiro, y consultado por el motivo que le llevó a telefonear para facilitar la bajada de una familia en Pontedeume (A Coruña) cuando esto iba a suceder más de una hora después, ha contestado que en Compostela tenía otras "gestiones que realizar" y en ese momento no estaba con ninguna.
En todo caso, ha dejado caer que si las consecuencias las "previese", ese hecho no se habría producido.
Martín Marugán ha explicado además que él no negó la existencia de esa comunicación, con un sucinto: "No negué, no lo dije".
Andrés Cortabitarte, responsable en su día de la seguridad en la circulación de Adif, y procesado por la tragedia ferroviaria junto a Garzón Amo, no está en la sala de vistas. Tampoco el maquinista. Pueden decidir libremente no acudir porque ambos están exonerados.
A ambos se les imputan 80 fallecimientos por imprudencia grave profesional, 145 lesiones por el mismo motivo, y un delito de daños.