Uno de los elementos que tratará de dirimir la investigación sobre lo sucedido en el IES Julio Prieto Nespereira de Ourense, donde este miércoles falleció un alumno al caerle encima un muro, es si la infraestructura se encontraba dañada o los motivos por los cuales se vino abajo la pared.
Sobre esta cuestión, tras el suceso, a las puertas del centro había versiones contrapuestas entre los responsables del IES, que sostienen que no habían recibido "ninguna queja", y algunas familias desplazadas hasta la zona, así como alumnos, que hablaban de instalaciones descuidadas.
Así, Ana Fernández, madre de un antiguo alumno del centro y de otro joven que entrenaba en este pabellón, dijo que las instalaciones "necesitaban un arreglo" desde hacía años y mencionó la "humedad" existente en ellas.
"Hace tiempo que hay quejas", dijo la mujer, visiblemente afectada, que quiso trasladar el pésame a la familia del fallecido y lamentó que haya que "estar esperando a que ocurra algo para tomar medidas". "Que tenga que morir un niño para que se arregle un instituto...", apostilló.
Otra de las madres a las puertas del instituto ha afirmado que "desde hace años" los padres "se quejaban del muro" y del pabellón, que emplean los alumnos de otros centros para practicar deporte. "Esto es un barrio y aquí se habla de todo", dijo, aventurando que la tragedia puede tener relación con el último temporal de lluvia y viento.
El centro no había recibido quejas
Por su parte, los responsables del centro educativo aseguraron que no habían recibido quejas al respecto, aunque serán los técnicos de la investigación los que diriman si la pared estaba en buen estado.
"Nunca ha habido ninguna queja al respecto de la pared", ha dicho a los medios de comunicación la jefa de estudios, Marta Marcos. "Ni nos han comunicado nada, ni nosotros hemos visto nada", añadió.
Sobre las quejas que apuntan algunos padres, la jefa de estudios dijo que "son comentarios que se hacen siempre" porque "es menos duro buscar un culpable" que admitir que "ha habido tan mala suerte", pero rechazó que el centro tuviese conocimiento de algún desperfecto: "aparentemente, estaba bien".
Por su parte, a las puertas del centro, el delegado de la Xunta, Gabriel Alén, expresó sus condolencias a la comunidad educativa y a la familia del alumno fallecido, al tiempo que ha indicado que la Administración gallega tampoco tenía conocimiento de que hubiese algún tipo de problema en la infraestructura.
Informe técnico
Por su parte, la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Ourense acordó la realización de un informe técnico sobre el estado del muro que se vino abajo.
Según informaron fuentes judiciales, este juzgado asumió el caso, al encontrarse en funciones de guardia. La magistrada se desplazó hasta el IES, donde autorizó el levantamiento del cadáver y ordenó precintar la zona hasta que se determinen las causas y posibles responsabilidades de lo sucedido.
Además, acordó la elaboración de un reportaje fotográfico completo de la zona donde tuvieron lugar los hechos.
Un muro divisorio
El suceso tuvo lugar poco antes de las 14.00 horas, cuando desde el centro educativo se pidió ayuda al 112, indicando que dos jóvenes habían quedado atrapados por un muro que se había venido abajo en los vestuarios el polideportivo.
El fallecido, de entre 13 y 14 años, y el herido cursaban 3º de ESO y acababan de terminar una clase de Educación Física. En los vestuarios donde se cambiaban, y en los que había en torno a una decena de chicos, se vino abajo un muro que separaba la zona de las duchas, una pared de unos dos metros de alto y que no está unida al techo.
Hasta la zona se desplazaron efectivos de Bomberos de Ourense para liberar a las víctimas, así como Policía Local y Policía Nacional, además de una ambulancia medicalizada y otra de soporte vital básico del 061. Sin embargo, los sanitarios solo pudieron certificar el fallecimiento de uno de los jóvenes, mientras que el otro fue asistido por lesiones en un tobillo.