Varios peritos, psicólogos y psiquiatras que atendieron a algunas de las víctimas del accidente ferroviario del Alvia en Angrois en 2013 han ratificado este jueves la “huella psíquica” que ha quedado en todas ellas pese a la diversidad de cuadros encontrados.

Esta mañana se ha celebrado una nueva sesión dedicada a la comparecencia de médicos forenses en la parte civil del juicio que investiga el accidente de Angrois, que se cobró 80 muertos y 145 heridos.

En sala los profesionales que emitieron los informes forenses han ratificado los mismos pese a que estos documentos fueron cuestionados por algunas aseguradoras.

Testificaron diversos profesionales a los que las víctimas acudieron tras el accidente y que describieron diferentes cuadros en sus pacientes tales como “estrés postraumático”, “ansiedad” o “conductas depresivas”.

Una psicóloga, experta en grandes catástrofes y accidentes múltiples, ha señalado que en este “tipo de tragedias, siempre se desarrolla y es en todos los casos, una vivencia traumática” que causa secuelas en la persona que la padece.

“Viven con una serie de imágenes, olores o incluso el silencio absoluto que los devuelve a aquella situación” y esto es una “huella psíquica que es una evidencia de trauma”.

Ese episodio, según la experta, “nunca va a poder ser olvidado y lo van a llevar siempre como una carga encima”.

La psicóloga forense ha sostenido además que, aparte de en las víctimas, este trauma también puede ser extensible a sus familiares dada la sensación de “incertidumbre” que vivieron aquella noche ante la falta de información y descontrol que existió en las horas siguientes al accidente.

“Rememoran ese viaje en coche hacia la zona en la que se accidentó el tren sin saber dónde ni cómo estaban sus familiares”, ha explicado, para apuntar que “perfectamente” los familiares también pueden padecer un “trastornos de estrés postraumático” pese a no haber vivido en primera persona el descarrilamiento del Alvia.

Otro psicólogo ha insistido en que los cambios en la personalidad de las víctimas se pueden detectar en el “día a día” porque muchos de ellos vivieron “con miedo” los años siguientes.

En algunos casos “los síntomas todavía persisten en la actualidad”, casi una década después del siniestro, aunque “con menos intensisad”.

Otro profesional ha incidido en la diferente afectación del accidente en los pacientes ya que depende de “la idiosincrasia de cada persona o de su red de apoyo” que es “muy diferente” según el caso concreto.

La vista oral ha transcurrido con demora por un receso por motivos alegados por los comparecientes ante lo que la magistrada, Elena Fernández Currás, ha denunciado la “falta de respeto por parte de los peritos” que son conocedores de que “la consecuencia de hacer un informe pericial es que te llamen para ratificarlo” por lo que deberían haber liberado sus agendas.

“Bastante se hace con favorecer que sea por videoconferencia”, ha reprochado la jueza, que recordó que la ausencia a una citación judicial es “susceptible de una multa”.