El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha anunciado que en las próximas semanas su Gobierno iniciará “la renovación” y “actualización” del Plan eólico que ya suma más de 20 años.
En su comparecencia ante el Parlamento, Rueda ha avanzado esta decisión que se toma en un momento en el que Galicia, ha justificado, “se está resintiendo por un bloqueo eólico que ya se está observando muy de cerca en toda Europa”.
Ha augurado Rueda, que la Comisión Europea abrirá a España un expediente por la lentitud en el despliegue de las energías verdes y que “es un nuevo toque de atención” al que se debe prestar atención.
En esta cuestión, imprescindible para el desarrollo de las energías renovables en Galicia, Rueda ha pedido a nacionalistas y socialistas “unidad de acción” de cara a “defender un desarrollo renovable ambicioso y respetuoso con el territorio y el medio ambiente”.
“Las industrias del futuro funcionarán con energías limpias o no funcionarán”, ha sentenciado.
Con todo, ha presumido de que la actualización del plan eólico se llevará a cabo “con la transparencia que no hubo en el bipartito” que conformaron PSdeG y BNG entre 2005 y 2009.
También se ha referido a la anunciada Comercializadora Galega de Enerxía, RDG, que servirá para que la producción energética en Galicia tenga “un retorno” en el territorio con “descuentos para quienes conviven con parques eólicos” y también para industrias que tengan “potencial tractor”.
Al hilo de esta cuestión, el jefe del Ejecutivo ha remarcado que su gobierno estará de lado de las empresas que lleguen a Galicia “a crear riqueza y empleo” porque los gallegos quieren que en su tierra haya oportunidades de trabajo.
“Nosotros apoyamos a quienes crean riqueza y no los insultamos porque estamos del lado de la gente. Galicia quiere trabajo y ustedes están del lado incorrecto de la historia”, les ha espetado Rueda a los grupos de la oposición.
El máximo mandatario de la Xunta ha insistido en que, en todo caso, no se autorizará ningún proyecto que no cumpla los requisitos exigibles pero lo que es “intolerable es que para las minorías, normalmente de izquierdas, no haya ningún proyecto que sirva y que siempre exista una excusa para boicotearlo”.
Ha sostenido que este mensaje es amplio y, en referencia velada a la multinacional portuguesa Altri que prevé instalarse en Palas de Rei (Lugo), ha subrayado que “esto no empieza y acaba con una empresa”.
Con todo, ha mostrado su temor a que las empresas reaccionen y no quieran finalmente asentarse en Galicia ante la “desinformación e intoxicación” de unas minorías que muestran “hostilidad” ante las posibilidades de avance y crecimiento.