La estrategia gallega de salud 2030 fue sometida ayer a conocimiento del Consello de la Xunta e inicia ahora su tramitación con la exposición para recibir sugerencias antes de ser ratificada de forma definitiva por el Ejecutivo autonómico y posteriormente presentada a los grupos políticos del Parlamento.
Para informar de los objetivos de la planificación, además del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, acudió a la comparecencia posterior a la reunión semanal del Gobierno el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña. Ambos informaron también del inicio de la campaña de vacunación contra el covid y la gripe, lo que forma parte también de este documento con el horizonte de siete años y que parte de la premisa de prevenir enfermedades.
Así, Rueda explicó que la estrategia constituye “una hoja de ruta” para afrontar los retos de la sanidad del futuro, especialmente, recogiendo la experiencia de la pandemia y responde a un mandato de la reforma de la ley de salud en el año 2021.
“Es la primera vez que se realiza una planificación conjunta de las prioridades en salud pública, atención a los pacientes e investigación sanitaria”, enfatizó. Comesaña especificó que la estrategia cuenta con 20 programas y hasta cien líneas de actuación. Entre los principales objetivos está que el sistema público gallego aumente la actividad sin esperar a la aparición de un problema de salud: desde la vigilancia epidemiológica hasta las acciones de prevención como la vacunación o los cribados. En este sentido, Comesaña destacó que Galicia “cuenta con el calendario de vacunación infantil y cribado neonatal más completo” de España, así como fue pionera en anunciar que incluirá los cribados de cáncer de pulmón y próstata, así como ampliará la edad del de mama.
Otro de los objetivos es caminar hacia una atención más integrada y personalizada. También lo son avanzar en la conexión entre niveles asistenciales y sociosanitario, puesta en marcha de los procesos asistenciales integrados, unidades multidisciplinares, refuerzo de la capilaridad territorial en el rural, atención domiciliaria o ampliación de los mecanismos de comunicación del paciente con el sistema, entre otros.
Comesaña también destacó la relevancia de trabajar en una “mayor conexión entre la atención sanitaria y la investigación o incorporar la perspectiva de género en el sistema El texto contó con la participación de más de 60 profesionales de la estructura directiva y de centros sanitarios y recogió más de 150 sugerencias de entidades.