Poco después del primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania a gran escala, otra efeméride recordó que la intervención armada de Moscú en el país comenzó hace ya nueve años en la península de Crimea. En la madrugada del 27 de febrero de 2014 los denominados “hombres verdes”, que según admitió más tarde el presidente ruso, Vladímir Putin eran soldados rusos, tomaron el control del Consejo Supremo y del Gobierno de Crimea.
Esa fue la primera señal pública de la operación para tomar la península, según subrayó el periodista y analista Andrii Klymenko. Rusia ya contaba con bases militares en Crimea en base a un acuerdo con Ucrania, pero el 20 de febrero de ese año fue cuando Moscú comenzó a trasladar a la península tropas y equipos adicionales, así como fuerzas paramilitares.
Levantaron barreras en las vías que conectaban Crimea con el resto de Ucrania y comenzaron a tomar bases militares y aeropuertos. La operación ocurrió justo cuando Ucrania estaba conmocionada por la muerte masiva de manifestantes en Kiev a manos de las fuerzas gubernamentales y después de que el presidente, Viktor Yanukovych, fuera depuesto por el Parlamento y huyera a Rusia, como otros altos cargos en el Ejército y la policía.
En Crimea, soldados rusos capturaron el parlamento regional tras enfrentamientos entre el miles de tártaros partidarios de Ucrania y miembros de la formación prorrusa Unidad Rusa. Una parte de los diputados, en presencia de las fuerzas armadas rusas, eligió como líder al responsable de ese partido, Sergey Aksionov y decidieron celebrar un referéndum para adherirse a Rusia. ucrania perdió el control de la península en las semanas subsiguientes y en la votación del 16 de marzo, declarada inválida en la Asamblea General de la ONU, un 97% de los participantes votó a favor de la unificación con Rusia.
“La preparación del ‘referéndum’, el procedimiento, la cobertura mediática y la votación tuvieron un sesgo tan evidente que sirven como ejemplo de la manipulación de una votación”, escribió el analista germano-ucraniano Andreas Umland.
En Ucrania se admite que un número significativo de residentes de Crimea apoyaron la anexión pero, según Umland, las encuestas anteriores indican que el porcentaje de población prorrusa se aproximaba a un tercio del total.
Emine Dzhaparova, viceministra ucraniana de Asuntos Exteriores, declaró en 2022 que parte de los residentes de Crimea aceptaron la anexión porque esperaban atraer inversiones a las infraestructuras turísticas, pero al no ocurrir, el entusiasmo se redujo.